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Dos bomberos caen al vacío desde un helicóptero en un simulacro de rescate

Dos bomberos de la Generalitat resultaron ayer heridos graves al caer al vacío cuando estaban suspendidos del cable de un helicóptero durante unas prácticas de rescate en el Vall d"Aran. Una inesperada de viento obligó al piloto a alejarse de la hendidura en la que se hallaban los dos bomberos y un error de interpretación hizo que el ayudante del piloto soltara el cable que había tirado para izar a los dos bomberos al entender que éstos todavía no se habían cogido a él y no corrían peligro porque todavía estaban anclados a una roca.

Josep Maria Cau y Benjamí Yáñez, los dos bomberos heridos estaban sujetos al mismo arnés, por lo que se precipitaron juntos en una espeluznante secuencia filmada por las cámaras de televisión. Fueron cayendo durante 70 metros, rebotando como peleles y golpeándose en las rocas de varios escalones de roca hasta quedar parados, totalmente inmóviles, junto a otro escalón. Todo hacía presumir lo peor, lo que se temía un siniestro fatal acabó en un grave accidente. Cau, jefe de Bomberos del cuartel de Bossot, el herido más grave, fue trasladado a Barcelona en un helicópero ambulancia, pilotado por la persona que, involuntariamente le dejó caer, hasta el hospital de la Vall d"Hebron con graves heridas en la cabeza, y roturas de fémur, tibia y peroné. Yáñez, con heridas menores, ingresó en el hospital del Vall d"Aran con la pelvis y un tobillo rotos y con hematomas por todo el cuerpo. Los hechos pasaron sobre las 11 de la mañana. Los dos accidentados pertenecen a los Grupos de Apoyo de Actividades Especiales de los Bomberos de la Generalitat, que ayer participaban en un encuentro de equipos de rescate de montaña junto con agentes de la Gendarmería de Alta Montaña de Savignac-Ariege (Francia). Tres bomberos de la Generalitat y un helicóptero del mismo cuerpo se hallaban practicando un recate de alta montaña en el Tuc de Crabes, en la Vall d"Aran. Uno de los agentes actuaba como herido y el otro como rescatador acompañado de un tercer bombero. El lugar de la simulación era un punto de una gran hendidura en la roca de la montaña. Suspendido del aire, sobre la cabeza de los tres hombres, el helicóptero batía sus palas a la espera del rescate. Protocolo de actuación Según explicó Enric Prior, director de Emergencias y Seguridad Civil, el protocolo de actuación en estos casos señala que lo que tiene que hacer el rescatador es anclar al herido a un punto fuerte, en este caso la misma roca, y atarlo a su arnés. Cuando los dos, herido y bombero, están asegurados y el helicóptero les ha soltado el cable para izarlos, el rescatador tiene que hacer tres cosas y por este orden: atar el cable de la nave a su arnés, soltar el anclaje de la roca y hacer una señal al ayudante de vuelo para que la grúa del helicóptero inicie su ascensión. De acuerdo con la versión de Enric Prior, el helicóptero lanzó el cable y en aquel momento, un imprevisto golpe de viento zarandeó la nave con grave peligro de proyectarla contra la pared de roca. El ayundante de vuelo creyó que los dos bomberos permacecían anclados a la roca y que todavía no habían cogido el cable, por lo que,pensó, el aparato podía retirarse y esperar mejor ocasión para reanudar el rescate y así se lo comunicó al piloto. No era así. El bombero que actuaba como rescatador, ya se había soltado de la roca y dado la señal para ser izados, cuando, atónito y aterrorizado, vio cómo le caía encima su único punto de sustentación. Pior resaltó que los bomberos de alta montaña "son personas que se juegan la vida para salvar la de otros. Las personas que cometen imprudencias en la montaña tienen que ser conscientes que ponen en peligro la vida de sus rescatadores".

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