Lerma responsabiliza a Ciscar y dice que está "quemado" políticamente

El inicio de la reunión de la nueva ejecutiva del PSPV elegida en la madrugada del pasado domingo en el congreso extraordinario y destituida el martes se demoró para esperar la llegada del ex secretario federal de Empleo y ex presidente de la Generalitat, Joan Lerma, que fue recibido con una ovación. Pero Lerma apenas permaneció 15 minutos en la sede del PSPV. Los suficientes. Fue un gesto con el que el veterano dirigente socialista quiso mostrar su respaldo a la efímera dirección del PSOE valenciano, de la que formaba parte como presidente.Lerma no quería que Ciprià Ciscar le pudiera echar en cara que había acudido a Valencia para "calentar" a la gente, según explicó uno de los participantes en la asamblea. Por eso, a su llegada, Lerma se mostró ante los periodistas aún más prudente de lo que lo había sido Joan Ignasi Pla muy pocos minutos antes. Lerma pidió a sus seguidores que apoyen a la nueva gestora del partido "para que salga adelante, recupere la credibilidad y, sobre todo", se logre "dar una alternativa progresista a la sociedad valenciana". Al abandonar la reunión, Lerma afirmó: "Nunca he querido ser ninguna dificultad y mis cargos estaban siempre a disposición del partido". Y añadió: "Todos tenemos que colaborar y trabajar conjuntamente". Aseguró que a partir de ahora va a "colaborar en lo que pueda para solucionar la situación", pero destacó que son los miembros de la nueva gestora los que deben aportar la solución.

Sin embargo, posteriormente, y una vez en la reunión, el dirigente valenciano fue más duro, según explicaron tras la reunión varios de los miembros de la ejecutiva destituida. Uno de ellos, el lermista José Camarasa, aseguró que ante los asistentes Lerma señaló a Ciprià Ciscar, secretario de Organización del PSOE, como "responsable" de la situación en que ha quedado el socialismo valenciano. Otras fuentes afirmaron que Lerma dio por "políticamente quemado" a su otrora estrecho colaborador en el Gobierno valenciano.