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El FMI da por superada la crisis financiera, aunque advierte sobre el déficit de EEUU

ENVIADO ESPECIALEl Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó ayer su informe de perspectivas de la economía mundial, en el que manifiesta la superación de la crisis financiera internacional abierta en el verano de 1997. Este organismo revisa al alza su previsión de crecimiento de la economía mundial y la pasa del 2,3% al 3%. Sin embargo, el FMI muestra su preocupación por la creciente revalorización del yen japonés respecto al dólar y por el creciente déficit comercial que presenta la balanza corriente de Estados Unidos.

En un ambiente de manifiesto optimismo, el FMI presentó ayer su informe de perspectivas de la economía mundial, en el que considera superada la crisis financiera internacional abierta en el verano de 1997 y revisa al alza su previsión de crecimiento de la economía mundial para este año en siete décimas, hasta situarla en el 3%. Como contrapunto de este nuevo panorama, el FMI añade su nueva preocupación por la creciente revalorización del yen japonés respecto al dólar y las interrogantes que presenta el objetivo de conseguir un aterrizaje suave de la economía de Estados Unidos, incapaz de sostener indefinidamente su creciente déficit comercial.Al baile de cifras que siempre genera la presentación cada seis meses del Informe de perspectivas, que siempre revisa las cifras anteriores, se ha sumado este año su filtración, anticipada por el banco central de Holanda hace apenas dos semanas. En tan corto periodo de tiempo, el FMI ha sumado dos décimas más al 2,8% previsto para este año que facilitó el banco holandés.

En el capítulo de los factores positivos que han contribuido a esta revisión al alza de las perspectivas económicas, el informe del FMI destaca la recuperación de la confianza de los mercados financieros en las economías afectadas por la crisis, tanto en Asia como en Rusia y más recientemente en Brasil, porque su recuperación ha sido muy rápida y las recesiones cortas en el tiempo.

Caída de materias primas

Otro elemento reside en la detención de la caída de los precios de las materias primas, e incluso su recuperación en algunos casos, en especial del petróleo, lo que ha aliviado la situación de los países exportadores e incrementado su capacidad de consumo en el mercado mundial. Finalmente, la positiva evolución de Japón, que ha vuelto a la senda de crecimiento, una situación radicalmente diferente a la de ahora hace un año, en pleno apogeo de la crisis financiera internacional.

Todo ello no impide que la década de los noventa pase a la historia de la economía mundial como una de las más mediocres en cuando a crecimiento económico, un 3%, contra un 3,5% de los ochenta, que ya fue considerada como una de las más pobres, y del 4,5% de los añorados setenta. Como contrapunto, la crisis de 1998, con un crecimiento del 2,5%, ha sido la más suave de las cuatro registradas en la economía mundial durante los 30 últimos años.

El FMI concentra su análisis de los puntos negros de la economía mundial en dos elementos: el desbordado déficit comercial de Estados Unidos y la peligrosa recuperación del yen frente al dólar. El primer elemento contiene buenas dosis de paradoja, pues, según los datos del Fondo, el crecimiento de más del 5% de la demanda de los consumidores estadounidenses ha supuesto un 0,5% del crecimiento mundial durante 1998 y 1999, es decir, ha sido el verdadero soporte frente a la crisis financiera.

Sin embargo, el vigor de la economía estadounidense, según el FMI, no puede continuar indefinidamente, y la reacción negativa de Wall Street el pasado martes al conocer los datos del déficit comercial sería una prueba de ello. Para el FMI, el principal objetivo de la política monetaria de Estados Unidos es asegurar que el descenso de su crecimiento, para evitar que el déficit empeore, se produzca de forma suave. El economista jefe del FMI, Michael Mussa, afirmó ayer que "la demanda interna de Estados Unidos, que ha crecido un poco menos del 5% durante los tres últimos años, necesita reducirse al 2,5%".

Para ello será necesario endurecer la política monetaria mediante la subida de tipos de interés, que en la actualidad son del 5,25%. Aunque Mussa se mostró cauteloso en este punto, sugirió que "mi preferencia personal sería subir algo los tipos antes de final de año, y después quedar a la espera de las posibles consecuencias del efecto 2000 y revisar la situación de nuevo en abril o mayo próximos". El FMI opina, asimismo, que el dólar "necesita un ajuste a la baja respecto a la mayoría de las monedas", y que el euro caminará hacia una revalorización respecto a la divisa norteamericana a medida que el crecimiento de la economía europea, "que ya muestra crecientes indicios de recuperación", deba compensar el descenso de la de EEUU. Alemania e Italia, sin embargo, son las que más ranqueantes se muestran en esa recuperación. Respecto al yen, Mussa se mostró más preocupado a corto plazo. Según el FMI, el banco central de Japón debería "aplicar una política monetaria de respaldo a las acciones contra la apreciación injustificada del yen", algo que podría acabar poniendo en entredicho la recuperación de la economía japonesa.

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