La Universidad de Elche cubrió en verano 83 plazas docentes
La Universidad Miguel Hernández de Elche ha recibido a muchos de sus docentes a la vuelta de vacaciones con una amarga sorpresa: en agosto se convocó el concurso para cubrir 83 plazas docentes en la Facultad de Medicina y el plazo de presentación expiraba el 2 de septiembre. El portavoz oficial de esta polémica universidad de reciente creación asegura que el procedimiento es legal y correcto. Un sector del profesorado cree que no lo es y que, aunque lo fuera, se ha hecho de la mejor manera posible para que los no gratos hayan perdido la oportunidad de presentarse."En cualquier caso", comenta un experto consultado por este periódico, "es un procedimiento no habitual, pues agosto no es el mejor mes para que una convocatoria pública sea del conocimiento general".
Las plazas docentes que han salido a concurso pertenecen a la Facultad de Medicina, la que era la más preciada joya de la Universidad de Alicante ahora adscrita a la Miguel Hernández por voluntad del presidente valenciano, Eduardo Zaplana.
La convocatoria, publicada el 14 de agosto, prevé la contratación de 83 profesores asociados en ciencias de la salud para 14 especialidades: desde microbiología hasta la anatomía patológica, ginecología y psiquiatría. La resolución de convocar estas plazas para el curso 1999-2000 data del 3 de agosto y el plazo de admisión era de 20 días.
Anulación
El portavoz del rector, Jesús Rodríguez Marín, aseguró no tener noticias del malestar suscitado por esta convocatoria. Más de un departamento, sin embargo, ha pedido la anulación de la convocatoria y que se prorroguen o renueven los contratos actuales. Consideran que los departamentos debían haber sido consultados.
La situación legal de la Universidad Miguel Hernández es singular. Inaugurada en mayo de 1997 ante la plana mayor del PP valenciano, vive todavía en situación transitoria. En tanto no se consoliden los departamentos y se instituya el claustro, el rector y la Consellería de Educación tienen plenos poderes académicos.
La segregación de la Facultad de Medicina está recurrida ante el Constitucional y algunas de las decisiones tomadas en el centro han levantado polémica. En agosto, el Gobierno valenciano dio luz verde a la adscripción a esta universidad de dos centros de estudios privados, a pesar de contar con el informe en contra del Consejo de Universidades.
La Universidad Miguel Hernández, que vino a añadirse a las cinco públicas existentes en la Comunidad Valenciana, destaca, además, por su enorme desfase entre la oferta académica y la demanda. Sólo ha cubierto este año el 76,5% de su oferta. La convocatoria hecha ahora es, según un profesor que ruega quedar en el anonimato, "una depuración política".
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