La policía detiene a 11.000 sospechosos de los atentados en Rusia

La operación masiva de las fuerzas de seguridad rusas para detener a los responsables de los ataques terroristas en Moscú, Volgodonsk y Daguestán proseguían ayer. Se han practicado ya más de 11.000 detenciones, entre ellas las de 30 sospechosos de tener relación con la oleada terrorista, que se ha cobrado casi 300 muertos en menos de tres semanas.La policía ha identificado a un tal Achemes Gochiyayev, checheno, como presunto jefe de los comandos asesinos. Su mano derecha es, supuestamente, Denis Saitakov, uzbeko de madre rusa y padre bashkiro, que estudió en una escuela coránica de Tatarstán y se entrenó en Chechenia con el jefe guerrillero conocido como comandante Jattab. Entretanto, dos toneladas de explosivos, colocados en 3.000 huecos perforados en los muros, volaron ayer de forma controlada los restos del edificio destruido parcialmente la medianoche del 8 de septiembre en la calle Guriánova de Moscú. Estuvieron presentes muchos familiares de los 94 muertos y más de un centenar de heridos por el atentado. Un cordón de 700 policías, soldados y bomberos los mantuvo a distancia.

Además de la casa número 19, con cerca de 200 viviendas, la dinamita redujo a escombros el número 17, que sufrió también graves daños. El alcalde de la capital rusa, Yuri Luzhkov, ha entregado ya nuevos pisos a la mayoría de quienes lo han perdido, y ha prometido hacerlo pronto con el resto. Aún no está decidido qué se hará en el enorme solar. En principio, las autoridades pretendían volver a levantar bloques de viviendas, pero se alzan númerosas voces en favor de una iglesia o un parque público.

En cuanto al edificio del número 6 de la avenida Kashira, no hay nada que volar. La bomba que mató a 118 personas redujo el inmueble a escombros. El efecto de la explosión se reforzó porque la estructura era de ladrillo, y no de grandes paneles prefabricados como en la calle Guriánova.