El futuro de Unió en CiU

Unió Democràtica (UDC), el socio democristiano de Convergència, decidirá en un congreso extraordinario si continúa o abandona la casa común de CiU después de las elecciones generales del próximo año.Josep Antoni Duran Lleida, líder democristiano, dejó ayer claro que las dos citas electorales venideras, las autonómicas y las generales, son lo suficientemente importantes como para no llevar al seno del partido un debate estratégico sobre el futuro de la coalición. Los dirigentes de Unió no quieren que alguien cometa el error político de abrir la caja de Pandora de las relaciones con Convergència en vísperas de unas autonómicas y con un contricante como Pasqual Maragall.

Los líderes democristianos, que antes de iniciarse el período electoral habían asegurado por activa y por pasiva que nada volvería a ser igual en el seno de CiU después de las elecciones catalanas, han decidido dejar para tiempos mejores sus difíciles relaciones con Convergència en el universo incierto del pospujolismo.

CiU no puede permitirse veleidades en vísperas importantes. Así quiso ponerlo de relieve el propio Duran Lleida, quien ayer se negó a dar protagonismo siquiera al XXI congreso ordinario. "El 19 de diciembre, en una sola jornada, se debatirá la gestión de la ejecutiva y se votarán las candidaturas que se presenten, pero no habrá discusión de ponencias políticas", afirmó el líder de UDC.

Unió reunió ayer por la mañana a su comité de gobierno (ejecutiva) y sometió a votación desglosar el congreso en dos tiempos: uno de tipo técnico para renovar la dirección y otro político.Duran Lleida no quiso desvelar si repetiría como presidente del ejecutivo, aunque todo el mundo lo da por descontado.