El regreso de Luis Enrique

Una palmada en la espalda de Guardiola; un saludo de Dani; otro de Abelardo; un gesto cómplice de Cocu. Algo así como una bienvenida. Fueron todos saliendo del vestuario, donde habían recibido instrucciones en el descanso, y saludaron a Luis Enrique, que estaba calentando. La paz -o quizás una tregua- se consumó ayer en la plantilla del Barça. El técnico azulgrana, el holandés Louis Van Gaal, dejó en el camerino tras la primera parte a un desdibujado Litmanen y alineó al asturiano casi un mes después de prescindir sistemáticamente de él. Luis Enrique sólo había actuado ante el Zaragoza en el debut de la Liga, se quedó en el banquillo en El Sardinero, en la grada el día del derby y ya no hizo ni las maletas para viajar a Suecia en la apertura de la Liga de Campeones.La vuelta de Luis Enrique -y quizás el olfato goleador de Dani, que exprime sus minutos como nadie- fue el único bagaje positivo que el Barça se llevó de Mendizorroza, donde precisamente se había proclamado campeón la temporada anterior. El Barça goleó aquí hace un año y ayer sufrió ayer su primera derrota en esta Liga. Los azulgrana habían encajado hasta ahora un sólo gol en tres partidos y ayer les endonsaron dos. Y no será fácil que olviden el segundo. Nan Ribera, un futbolista salido de la cantera del Espanyol, marcó un golazo desde 30 metros que sacó los colores a más de un defensa azulgrana.