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Extremoduro y Puffball muestran dos formas de entender el rock

Metafóricamente, el rock puede definirse como un fornido árbol de cuyo ancho tronco surge una enorme cantidad de ramas. Cada una de esas derivaciones representaría un estilo, llámese rock and roll, heavy metal o ska, que en ocasiones solamente tienen en común la explotación de la intensidad de las guitarras eléctricas. Ésa es quizá también la única coincidencia entre la música de Extremoduro y la de Puffball y Peepshows, grupos que esta noche tocarán en Euskadi. La activa sala Tunk! de Irún será testigo (23.00) de la puesta en escena de Puffball, cuarteto sueco que presentará ante el público vasco It"s gotta be voodoo, baby!, su segundo elepé para Burning Heart Records. Su primer larga duración se tituló Sixpack to go! aunque, anteriormente, en noviembre de 1995 (año en que cambiaron el nombre de Tribulation por el que lucen en la actualidad), ya habían grabado en su Västeras natal un minielepé de ocho temas. Desde entonces han sido comparados con grupos de hard rock y punk rock and roll como Motörhead, AC/DC, Dwarves y Supersuckers. Minutos antes de que Puffball suba al escenario de Tunk!, éste estará ocupado por Peepshows, otro cuarteto sueco que, casualmente, en 1997 publicó un single compartido con el grupo al que hoy precede. En su caso, las influencias son similares y lo más destacado que ha grabado es el minielepé Right about now. Originalmente, sus siete canciones las ha publicado este mismo año Sidekicks Records, aunque la discográfica madrileña Safety Pin se encargó de prensar, en vinilo de diez pulgadas, una edición para el mercado español. "Transgresivo" Iniesta Mientras el punk rock atrone en Irún, en el pabellón Mendizorroza de Vitoria (22.00) retumbará la música de Extremoduro, una suerte de rock urbano contemporáneo que ha seducido a miles de aficionados gracias a la cruda prosa del guitarrista, cantante y compositor Robe Iniesta (Plasencia, 1962), elevado a la cuestionable categoría de poeta genial por sus incondicionales. Las últimas ocurrencias de El Robe aparecen en Canciones prohibidas (Dro), un octavo disco que hoy presentan en la capital vasca junto a los bilbaínos Fito y los Fitipaldis. "A nuestros conciertos va gente cada vez más joven. Peligrosamente joven... No sé, eso me asusta un poco. Vienen niños a mi casa para que les firme mis discos y, la verdad, me quedo un poco flipado. Creo que no son para niños ni para abuelas; hago discos para adultos y las cosas que digo hay que saberlas entender. Todo hay que saberlo entender y hay chavales demasiado pequeños que no creo que sepan entender ciertas cosas", ha declarado Iniesta, aludiendo al reciclaje y ampliación de su público desde que debutase a fines de los años 80, y al escabroso contenido de unos textos que inciden con frecuencia en temas como la droga. Así se construye lo que su autor llama rock transgresivo.

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