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PRISIONESLA CÁRCEL DE CASTELLÓN DICE QUE LA LLAMÓ

Una mujer denuncia que su hijo preso murió sin que la avisaran

María Fabra

Joaquín Martínez murió en febrero, a los 36 años, en el Hospital Provincial de Castellón. Tenía sida e ingresó con un "deterioro del estado general con intolerancia a la ingesta oral", según figura en el acta de ingreso. Junto a él no estuvo su madre, Eva Martínez, a quien, según afirma, nadie avisó de la enfermedad de su hijo ni de su traslado de la cárcel de Castellón, donde estaba preso, al hospital. La mujer ha denunciado a la cárcel de Castellón por no avisarla y no dejar que su hijo muriera en casa.

Una mañana, dos policías locales de Castellón llamaron a su puerta para comunicarle la defunción de Joaquín. "Murió solo, sin una mano a la que cogerse ni el cariño de su madre", lamenta Eva Martínez, que ha interpuesto una denuncia contra los responsables del centro penitenciario de Castellón por vulnerar, según sus propios argumentos, la Constitución Española, al no permitir que el preso pasara el fin de su enfermedad en un centro hospitalario o en su domicilio. "Esto no se puede quedar impune", alega, "porque es un crimen", añade. Además, Eva pretende ampliar esta denuncia porque, según dice, también se han vulnerado los derechos del preso. Joaquín estuvo sometido, durante un año a un programa de desintoxicación. "Yo sabía que era drogadicto, que estaba con metadona y que tenía anticuerpos", dice Eva. Al salir del centro "estaba recuperado y gordito", pero hubo de ingresar en prisión por una causa pendiente con la justicia. A los ocho meses de estar en prisión, según supo después, Joaquín fue trasladado al Hospital Provincial de Castellón, donde murió ocho días después. Eva guarda el acta de ingreso en el centro y asegura que "lo sacaron de la cárcel para morir". Eva, según dice, intentó ponerse en contacto con los responsables de la cárcel con el fin de que le explicaran lo sucedido pero "no se ponía nadie". Por fin, decidió presentar la denuncia. Lo único que pretende es que "esto no vuelva a pasar" porque, según el reglamento penitenciario, los presos en situación terminal pueden ser excarcelados. Fuentes de la prisión provincial indicaron que la mujer recibió el aviso del traslado al hospital por teléfono pero Eva asegura que, en aquellas fechas, no contaba con este servicio.

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