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Entrevista:JOSÉ RAMÓN ALCALÁARTISTA

"El arte electrónico no tiene todavía un público preparado para aceptarlo"

José Ramón Alcalá (Valencia, 1960) sabe que pertenece a una generación artistas de transición, que descubrieron ya adultos y formados las posibilidades de las tecnologías electrónicas. Y se apasionó con ellas. Profesor de Nuevas tecnologías artísticas en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, fundó en 1990 en esa ciudad castellana el Museo Internacional de Electrografía (MIDE). Desde las aulas y con sus creaciones personales apuesta por las posibilidades de arte creado con las nuevas tecnologías electrónicas, que estos días difunde en un seminario organizado por Bilbaoarte. Alcalá cree que las imágenes electrónicas serán reconocidas por el público en general como una expresión artística cuando surja una generación más preocupada por la creación que por el manejo de la tecnología. Pregunta. ¿Qué relación tiene el arte tradicional con lo que hacen ustedes? Respuesta. En los últimos años, desde la aparición del arte electrónico en los ochenta, se ha tendido a decir que esto es una revolución, que sustituye a lo que considerabamos arte y que asume la crisis del arte actual para tomar otros derroteros. Ese el discurso imperante, pero yo no soy partidario de esa posición. Mi opinión es que nada va a ser sustituido por nada. P. Pero afecta a las disciplinas artísticas convencionales. R. Las disciplinas artísticas son las de siempre. La gente va a querer trabajar con los colores, con la luz, antes se llamaba pintura; con las formas, antes lo llamabamos escultura. Si se quiere ampliar el concepto al espacio público, hablamos de instalaciones. Básicamente, es eso y va a seguir siéndolo. El uso de nuevas tecnologías nos va a proveer de nuevas formas de concebir el acceso al color, la forma y el volumen. No se abandona nada, aunque sí es cierto que nos dan formas de creación inéditas. P. ¿Por ejemplo? R. La posibilidad de trabajar a distancia, desde el antiguo faxart al muy contemporáneo netart, el arte en Internet. Otra nueva posibilidad es lo que llamamos multimedia interactivo, lo que la gente denomina cd-rom. P. ¿Y cómo llegan las nuevas producciones al mercado? R. Es un problema diferente. El mercado hay que reorganizarlo. Ahora un artista hace una producción para Internet, lo lleva una galería a una feria y vende el soporte físico. Es igual que si cuando nació el cine se hubiera comprado una película a un director para enmarcarla y ponerla en la pared. El negocio empezó cuando se inventó la sala de proyecciones y las distibuidoras. Con la imagen electrónica virtual pasa lo mismo: necesita canales de distribución, pero su lugar quizá no sea ni la galería ni el museo. Normalmente, son experiencias más íntimas. Te sientas solo horas y horas navegando en Internet. Las galería que quieran entrar en el arte electrónico tendrán que reciclarse en galerías virtuales, tal vez generen distribución y creen sus sitios web. P. ¿Por qué la creación electrónica no es todavía reconocida como arte? R. Porque no está madura a nivel creativo. Porque no tenemos generaciones sumergidas en ésto, todavía es dificil el acceso a la tecnología y carecemos de historia, cultura y tradición. La creación es primer punto débil, y después, la distribución. Y no tenemos el público preparado para aceptarlo. La gente no sabe navegar a través de un interactivo, ni moverse por una web; ¿si no sabemos ni siquiera usar el material, cómo vamos a educarnos en la sensibilidad hacia la propuesta que nos están haciendo? Tendremos que educar a los espectadores. P. ¿Ser atreve a establecer un plazo para alcanzar el objetivo? R. No, pero sí a hacer una especulación. En la facultad me doy cuenta que cada año enseño a los alumnos menos sobre ordenadores y más arte por ordenador. Mi hija hace películitas en el ordenador desde los tres años; es tan intuitivo que lo puede hacer un niño. El plazo es la generación de mi hija: cuando lleguen a la Universidad unos utilizarán las tecnologías para ser médicos o ingenieros y otros serán artistas, personas sensibles para las que la creación es lo más importante. P. ¿De momento el ordenador es el rey? R. Y lo va a ser en el futuro porque tecnológicamente es inmaduro. Es un rey que obliga a seguir sus reglas y debe convertirse en un rey que coordina y organiza el trabajo. ¿Vamos a tener que saber informática para usarlo? No. La madurez de la tecnología es esencial para crear con libertad con esos medios.

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