Los ediles del PP de Elche temen un pacto para suceder a Ortuño

Las espadas siguen en todo lo alto en el PP de Elche. Las relaciones entre el portavoz municipal, Fernando Vargas, y los nueve concejales que la semana pasada intentaron destituirlo continúan deterioradas y sin aparentes vías de solución que una a familias e intereses enfrentados. El temor de los ediles populares, según fuentes del grupo, radica ahora en que Vargas y el presidente del PP en Elche, Manuel Ortuño, hayan pactado el nombre del nuevo presidente local, que será elegido por la gestora que se creará en octubre. La figura de Martín Hidalgo, médico especialista del Hospital de Elche, persona próxima a Ortuño y a Vargas, es, según sospechan, el hombre que ambos han decidido catapultar como nueva cabeza orgánica del partido. La historia política de Martín Hidalgo arranca con la presidencia del CDS en la ciudad. Ahora milita en el PP, con aspiraciones a conseguir un escaño en el Congreso de los Diputados. Desde la otra orilla, en la que los ediles díscolos se encuentran atrincherados, se apunta como jefe de filas el nombre de Eduardo García de Sola, abogado y consejero de la CAM por designación del PP, enemistado con Ortuño y, según fuentes próximas, hombre a la sombra en la revuelta. Los nueve ediles quieren ser protagonistas en la gestión de la crisis y reflotar a un partido anclado en luchas internas. La dirección del PP regional ha encargado la resolución del conflicto al coordinador provincial en Alicante, Juan Manuel Cabot, auspiciado directamente por Eduardo Zaplana. Cabot cerró en falso la crisis al hacer valer la disciplina de partido y ordenar la readmisión de Vargas como portavoz. Los concejales han decidido acatar la imposición, pero hacen el vacío al médico ilicitano a la espera de que acabe por desistir y dimita, algo bastante improbable dado el apoyo que el portavoz ha recibido desde Valencia. Un presidente controvertido La imagen del diputado autonómico Manuel Ortuño siempre ha estado sujeta a la controversia. Durante el pasado mandato, en el que Manuel Serrano estaba al frente del PP, se le acusó de dinamitar el funcionamiento del partido en el Ayuntamiento y de convertir su presidencia en un reino de taifa. Pese a la demonización a la que ha sido sometido en los últimos años, y de la que el partido es consciente, Ortuño continúa en el organigrama del PP como hombre de peso en el subsuelo. Ahora, con la pregonada renovación de cargos orgánicos, parece que en Elche se pasará finalmente página con la elección de una nueva dirección. Por otra parte, el presidente del PP en Elda, José Peñataro, confirmó ayer su decisión de dimitir de su cargo al frente del partido, que ha ocupado durante 12 años. Peñataro negó que su dimisión guarde relación con la pérdida del PP en las anteriores elecciones, en las que el PSPV, con Pascual Azorín, se alzó con la mayoría absoluta.