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El 48% de los edificios del conjunto histórico de Sevilla revisados tiene fallos de seguridad

La inspección extraordinaria de edificios, ordenada en Sevilla tras el derrumbe de un inmueble de la calle Bustos Tavera, evidencia el mal estado del caserío histórico de la capital andaluza. La Gerencia de Urbanismo ha detectado fallos que afectan a la seguridad o a la conservación en el 56,38% de los 227 edificios examinados sobre los que ya se ha emitido un informe, aunque están pendientes de diagnosticar otros 508. El delegado de Urbanismo, Rafael Carmona, quiere perpetuar esta vigilancia exhaustiva con la creación de una brigada de conservación permanente.

La Gerencia de Urbanismo, a instancias de la ex alcaldesa Soledad Becerril (PP), inició una inspección extraordinaria de los edificios del conjunto histórico de Sevilla que pudieran entrañar riesgos para la seguridad. La revisión, ordenada en un decreto del pasado 8 de abril, tras el derrumbe de una fachada en la calle Bustos Tavera, que ocasionó la muerte de una persona, también afectaba a todos los inmuebles sometidos a obras de rehabilitación o demolición. Estas actuaciones urgentes y extraordinarias han permitido detectar, hasta el pasado 10 de septiembre, 128 edificaciones que presentan fallos de seguridad o conservación en su estructura. Estos inmuebles representan el 56,38% de los 227 que han sido ya diagnosticados e informados por personal de Urbanismo. De ellos, 109 tienen que ejecutar obras de seguridad y 19, algún tipo de medidas de conservación. Sólo 81 de los 227 se encuentran en una situación que no requiere actuaciones. La Gerencia de Urbanismo está ejecutando con carácter subsidiario siete intervenciones en edificios donde la propiedad no ha acometido las obras necesarias para garantizar la seguridad. Hasta el 10 de septiembre, las construcciones en mal estado o declaradas en ruina que se encontraban en alguna fase de la revisión extraordinaria ascendían a 735, aunque más de medio millar están pendientes de algún trámite. El segundo frente de la inspección, que afecta a construcciones donde se ejecutan obras de rehabilitación o demolición, ha permitido supervisar el estado de 507 viviendas. Los 88 casos en los que ya se han dectectado deficiencias en materia de seguridad han generado otros tantos decretos de la Gerencia de Urbanismo, mediante los que se insta a corregir los errores. En otros 59 se han abierto diligencias que pueden derivar en expedientes sancionadores. Prevención eficaz La vigilancia extraordinaria de las edificaciones del conjunto histórico de Sevilla se ha realizado con un equipo de 34 personas, que han sido contratadas durante seis meses. Sin embargo, el delegado de Urbanismo, Rafael Carmona, quiere mantener esta labor de control más allá de esa fecha con la creación de una brigada de conservación en el seno de la Gerencia, que tendría un carácter estable. Carmona pretende incluso que los próximos presupuestos municipales contemplen una partida para la puesta en marcha de esta brigada. "Tenemos que ser efectivos, la política urbanística tiene que impedir que las casas se nos caigan, los muros se nos vengan abajo o las fachadas históricas desaparezcan", plantea. El delegado de Urbanismo cree que esta labor de vigilancia y mantenimiento del conjunto histórico tiene que "compatibilizarse" con "la habitabilidad". "No podemos impedir actuaciones que permitan modernizar la calidad de vida", añade. La puesta en marcha de la inspección extraordinaria ha propiciado, según Carmona, un mayor "rigor" de los propietarios o promotores de obras de rehabilitación. "Las medidas de prevención son más eficaces que las coercitivas posteriores, pero estaremos encima de todas las obras para que la conservación sea real", expone.

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