Los ediles díscolos del PP de Elche pactan aislar al portavoz municipal
El PP de Elche se enfrenta a continuar con la lucha interna tras cerrar en falso la crisis el pasado martes, cuando se obligó a los ediles díscolos a reponer al portavoz municipal, Fernando Vargas, defenestrado en una votación a espaldas del partido. Los concejales protagonistas de la revuelta, según fuentes del partido, "han pactado una táctica de aislamiento" para derrocar, a largo plazo, al portavoz impuesto por la dirección del PP. El problema está "latente y no se ha resuelto", asegura el titular del grupo en el Ayuntamiento, quien cree que la "revuelta" ha chocado frontalmente con un partido del que considera sentirse apoyado. Pese a todo, tras la intervención del coordinador provincial en Alicante, Juan Manuel Cabot, para zanjar el motín, no cayó ninguna de las cabezas de los concejales rebeldes. La virulencia de la crisis del PP en Elche, ha provocado, según fuentes del partido, que el propio presidente provincial, Julio de España, "haya sido apartado" de cualquier tipo de contacto con el accidente ilicitano. A día de hoy, el PP de Elche está conformado por los nueve ediles díscolos, dos concejales controlados por el presidente local, Manuel Ortuño, y el propio portavoz. De momento, tan sólo los ediles de Ortuño apoyan a Vargas. El resto, mantiene la consigna de "ya caerá". Aunque no quieren enfrentarse de cara a la galería con su portavoz, las muestras del arrinconamiento ya se han hecho notar. El pasado viernes, Vargas tenía previsto realizar en compañía de otro concejal una visita a la Consejería de Obras Públicas, a la que finalmente acudió solo. Ambiciones personales "De seguir en esta línea, el partido deberá tomar alguna decisión", afirma Vargas. El plazo que el médico se da para aguantar en la portavocía es de tres meses. Aproximadamente, el mismo tiempo en el que se prevé que quede constituida la gestora que acabe con el mandato de Ortuño y decida el nombre del nuevo presidente local. El actual número uno de los populares denuncia la existencia de "ambiciones personales" entre los concejales del grupo municipal, y los acusa de haber provocado de manera ficticia las tensiones. Vargas asegura que es "mentira" que haya mantenido contactos con Ortuño para pactar los compromisarios del congreso regional del PP y el nombre del futuro presidente local. La teoría que mantiene es que se trata de un enfrentamiento "preparado" para desencadenar la crisis. Fernando Vargas admite que se encuentra en un "compás de espera" y apuesta por ver si el grupo municipal es capaz de trabajar "un poco" en la misma línea. El pasado mandato, el trabajo del PP municipal transcurrió en Elche sin pena ni gloria, preocupados en dirimir las diferencias internas. En el presente curso, todo apunta a que continuará así, para regocijo del PSPV, con mayoría en el Ayuntamiento.
