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El consejero de Industria comparecerá por la supuesta estafa a la Caja de Ávila

El Consejero de Industria de la Junta de Castilla y León, José Juan Pérez Tabernero, comparecerá ante las Cortes regionales para explicar cuáles han sido las actuaciones del Ejecutivo y de la Agencia de Desarrollo de la comunidad respecto a la empresa Construcciones Industrializadas Castellanas, SA (Coinsa) que según el PSOE abulense ha estafado presuntamente a la Caja de Ávila 875 millones de pesetas tras obtener un crédito puente al amparo de subvenciones del Ministerio de Economía y de la propia Junta. Para el actual Consejero de Industria y vicepresidente de la Agencia de Desarrollo, "la actuación del Ejecutivo ha sido impecable" al aprobar las subvenciones a Coinsa, ya que esta empresa "no ha percibido ni una sola peseta". Según Tabernero, hasta diciembre del presente año la Junta no tenía que hacer efectivas las subvenciones establecidas, que dependían "de la inversión realizada por Coinsa, si estaba hecha al cien por cien de lo presentado en las condiciones, de la comprobación de que los 207 puestos de trabajo estaban creados y que el nivel de autofinanciación era el que se les había marcado por parte de la Junta".

Tabernero afirmó también que todas aquellas ideas que posibiliten la creación de puestos de trabajo serán apoyadas por el Ejecutivo regional, lo que no quiere decir que ese apoyo sea un aval para que una caja de ahorros conceda un préstamo a una determinada empresa.

La empresa Coinsa, por su parte, ha culpado al PSOE, por su denuncia, de que la factoría que iba instalarse en Avila tenga pocas posibilidades e indicó que la fábrica se encontraba en una fase de redimensionamiento (su construcción se encuentra parada desde abril) para fabricar otro producto similar, que no indicó, pero parecido al inicialmente previsto: elementos prefabricados de hormigón.

El administrador único de la empresa desde el 6 de julio Manuel Feito, no desveló la identidad de los accionistas de la compañía y dijo que no existe estafa alguna y que se trata de "una falsedad, calumnia y mentira". Añadió que, en el caso que la fábrica no llegue a funcionar, a lo que no dio muchas posibilidades, la Caja de Ávila podrá recobrar las cantidades adelantadas. Los cambios en el proyecto inicial obedecen, explicó, a "las mejoras tecnológicas que se producen en el mercado". La inversión se quedaría en 1.100 millones en vez de los 1.944 previstos.

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