Un tribunal ordena a Endesa paralizar las obras de la central chilena Ralco
Un tribunal civil de Santiago ha ordenado a la compañía eléctrica Endesa Chile, controlada por Endesa España, paralizar las obras de construcción de la central hidroeléctrica Ralco, en el sur de Chile. La medida ha sido adoptada por el juez Mario Carroza, al acoger un recurso de los representantes de los índígenas mapuches, que habitan desde tiempos ancestrales la zona y que se oponen a la construcción del embalse. La resolución ordena "suspender los efectos" de la autorización concedida por la Comisión Nacional del Medioambiente (Conama) a Endesa Chile el 6 de junio de 1997 y que permitió a la compañía iniciar las "obras preliminares" de la central. La hidroeléctrica Ralco se construye en la zona del Alto Bío Bío, a más de 600 kilómetros al sur de Santiago, y forma parte de un gran proyecto que prevé la construcción de otras cinco centrales en la zona.
Ralco es la segunda central que Endesa Chile construye en el Bío Bío, después de la de Pangue, que funciona desde marzo de 1997. La represa, con una inversión de 500 millones de dólares (78.500 millones de pesetas), inundará 3.467 hectáreas, lo que afectará a 91 familias mapuches, 83 de las cuales ya se han acogido al sistema de permutas propuesto por la eléctrica. Tras efectuar una inspección ocular, el juez concluyó que en la zona "se están efectuando obras que revisten el carácter de definitivas, en contraposición a las obras preliminares que se autorizaron en principio".
Asimismo, constató que la reubicación de los mapuches afectados, una de las exigencias planteadas por la ley indígena, que impide la venta y enajenación de tierras aborígenes, aún "no ha concluido".
