Hotel y domicilio

22.30 / Intriga / La 2 España, 1995 (93 minutos). Director: Ernesto del Río. Intérpretes: Jorge Sanz, Santiago Ramos, Enrique San Francisco, Anabel Alonso. Existe un virus, tan frecuente como nocivo, que obliga a que toda película de género sea de paso algo más: crítica social, alegato contra la falta de humanidad o canto a favor de la tolerancia. El objetivo: dar fuste. Sabiamente, Ernesto del Río se vacuna contra semejante mal de altura y presenta un policiaco empeñado en ser honesto con sus nada arbitrarias reglas. Un forense y un chapero se enamoran (o algo peor). Pronto, el pasado de los oficiantes hace acto de presencia con obcecada voluntad. Con estos elementos, el director hilvana un thriller tan peculiar como coherente con eso que el tiempo ha dado en llamar cine negro. Eso sí, los defectos de un guión renqueante y en exceso funcional -poco se dice sobre las siempre lúbricas y cálidas motivaciones que hacen funcionar los engranajes de la pasión- terminan por hacer mella en una, pese a todo, reivindicable propuesta.