Anguita confía en que el pacto entre Maragall y Ribó beneficiará a IU

Los responsables de Izquierda Unida afrontan las elecciones catalanas del próximo 17 de octubre con cierto optimismo. Así lo defendieron ayer tanto Julio Anguita, líder de la coalición, como Antoni Lucchetti, candidato en Cataluña. A pesar de que las encuestas les auguran una debacle, que les dejaría fuera del Parlamento catalán, Lucchetti sostiene que el pacto del PSC e Iniciativa per Catalunya clarifica los espacios políticos y le puede hacer recuperar votos.

Las elecciones catalanas serán la primera prueba que tenga que pasar la coalición tras el desastre que sufrió IU en los últimos comicios del 13 de junio, cuando redujo prácticamente a la mitad su representación en los ayuntamientos y en las 13 comunidades en las que se votó. Por ello, la organización tiene la intención de volcarse en estos comicios. Sin embargo, las encuestas auguran un soberbio varapalo para Esquerra Unida i Alternativa, nombre que recibe la escisión que los fieles a Anguita en Cataluña protagonizaron cuando Iniciativa per Cataluña rompió su tradicional unión con IU. No obtendría, según diversos sondeos, ni siquiera el 3% de los votos necesarios para lograr algún diputado en el Parlamento catalán. La primera vez que se presentaron de manera autónoma, en las pasadas municipales, obtuvieron el 1,9% de los votos, y nada parece indicar que puedan mejorar esos resultados.

Precisamente por estas malas perspectivas, algunos dirigentes proponían que IU no se volcara en estas elecciones. No sólo en cuanto a la presencia de Julio Anguita en Cataluña, sino especialmente en lo que se refiere al desembolso económico que tendrá que hacerse para la campaña. Tanto Anguita como Lucchetti desmintieron ayer estas divisiones, y aseguraron que la organización tiene intención de hacer todo lo posible para que el resultado sea al menos aceptable.

El optimismo relativo se basa en que, según el análisis que se hace en IU, el pacto entre el PSC e Iniciativa per Catalunya (IC) les puede beneficiar, puesto que "clarifica los espacios políticos", según Lucchetti, y hace que el electorado vea con más nitidez las diferencias entre los fieles a Anguita e Iniciativa.

Como prueba del interés de IU en esta campaña, Lucchetti anunció que el presupuesto será de 101 millones, y que se hará una especie de colecta entre todas las federaciones de IU para que participen en él. "Algún calcetín habrán tenido que vaciar", comentó irónicamente Lucchetti para reafirmar que los responsables de IU están dispuestos a volcarse económicamente en la campaña. "Lo hacemos porque lo podemos hacer", apuntó Anguita.

Triunfo de Maragall

En todo caso, Lucchetti cree hay "expectativas reales de cambio" en la política catalana, ya que ve como muy posible el triunfo de Pasqual Maragall. A partir de ahí, y siempre que los resultados fueran mejores de lo que auguran las encuestas, Esquerra Unida i Alternativa está dispuesta a apoyar a Maragall para que haga "un Gobierno de izquierdas". La reunión de la comisión permanente de ayer también sirvió para analizar el momento político que vive la organización, una vez transcurrido el verano. De momento, los cambios serán escasos. Anguita ya aclaró ayer que se prepara la elaboración de un nuevo programa para las elecciones generales basado en el que esta fuerza llevó a las de 1996. "Poco se puede añadir en los contenidos", defendió el líder de IU. Anguita está convencido de que las propuestas de ese programa son tan buenas, que muchas han sido ya adoptadas por otras fuerzas, especialmente el PSOE.

Fuentes de la organización confirmaron que la intención de casi todos sus dirigentes es procurar que en las elecciones catalanas se transmita un clima de cierta calma, a pesar de las divisiones internas. Aunque el mal resultado que se espera en estos comicios podría hacer resurgir las voces críticas, dada la grave situación en la que se encuentra IU.

Anguita, mientras, y al menos de cara al público, sólo saca a relucir asuntos positivos. Como el de la campaña para implantar la semana laboral de 35 horas.Aunque se ha logrado más tarde de lo previsto, Anguita confirmó que ya se han contabilizado 560.000 firmas, por lo que sólo falta concretar una fecha, que podría ser a principios de octubre, para que el asunto se debata en el Parlamento como una iniciativa popular.