El PSOE replica a Aznar que con su oferta reconoce que ha incumplido el Pacto de Toledo
Con su reciente propuesta de crear un fondo de reservas que garantice las pensiones futuras, José María Aznar no ha hecho otra cosa que "reconocer el incumplimiento flagrante del Pacto de Toledo". Así opinan los socialistas, que ayer no dejaron pasar la oportunidad de recordar al jefe del Gobierno que la creación de este fondo era un compromiso que obligaba a Aznar desde que, en 1995, todos los partidos firmaron el Pacto de Toledo, y del que sólo se acuerda ahora cuando hay un clamor social que le exige atención con los más humildes. Aznar, según el PSOE, intenta "desviar la atención". El secretario general del PP, Javier Arenas, replicó recordando el "desastroso balance" de los gobiernos del PSOE en materia de pensiones.
El presidente del Gobierno anunció el sábado en Cernobbio (Italia) que, lejos de la subida inmediata en las pensiones mínimas que demanda el PSOE, se dispone a incluir en los Presupuestos del 2000 la creación de un fondo de reservas para pensiones. Juan Manuel Eguiagaray, secretario de Economía del PSOE, y Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario de Comunicación, señalaron a este periódico que el jefe del Ejecutivo tendrá que "dar explicaciones" ante la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo por haber incumplido durante su mandato el punto dos de las recomendaciones de dicho acuerdo, que preveía precisamente la constitución de ese fondo. El punto dos del pacto dice: "El sistema de pensiones precisa de la constitución de reservas que atenúen los efectos de los ciclos económicos. Por ello, en su caso, los excedentes que pudieran existir en los ejercicios presupuestarios de los momentos de bonanza deberían ser utilizados para constituir (...) fondos de equilibrio que permitan actuar en los momentos bajos del ciclo, sin acudir al incremento de las cotizaciones".
Eguiagaray denunció no sólo el "incumplimiento" por el Gobierno del PP de la constitución de las reservas en estos años de bonanza. También atacó al Ejecutivo por "trasladar el déficit del Estado a la Seguridad Social", esto es, en vez de financiar con los impuestos los complementos de las pensiones mínimas, lo hace con las cotizaciones de la Seguridad Social.
El dirigente socialista reforzó su denuncia al aportar el dato de que si en 1995 el Gobierno del PSOE financió estos complementos con 232.040 millones procedentes de los impuestos, esta cifra se ha reducido drásticamente con los Gobiernos del PP. En 1999, sólo 16.288 millones de pesetas de los complementos de mínimos han sido financiados con los impuestos.
También denuncia la financiación de las bonificaciones por el trabajo temporal con el exceso de las cotizaciones de la Seguridad Social. La consecuencia de todo ello, según Eguiagaray, es el aumento de la deuda de la Seguridad Social, que ya ronda los cinco billones.
Para el ex ministro socialista, la no separación de las fuentes de financiación supone el "incumplimiento" del punto uno de las recomendaciones del Pacto de Toledo, que dice que las prestaciones de naturaleza contributiva deben depender básicamente de las cotizaciones sociales, y las prestaciones no contributivas y universales (sanidad y servicios sociales, entre otras), de la imposición general.
La ponencia recomendaba al Gobierno las medidas necesarias para delimitar claramente, en el menor plazo posible, el sistema contributivo y no contributivo.
Eguiagaray recordó ayer que la Ejecutiva Federal del PSOE ya denunció esta situación en febrero y calificó de "absurda" la renegociación que el Gobierno pretende del Pacto de Toledo. "Lo que tiene que hacer es cumplirlo", dijo. Para el PSOE, "la falta de sensibilidad social" de Aznar le ha llevado a una "situación insostenible", en la que "no se puede seguir haciendo ostentación de los buenos resultados económicos para unos sectores y negar un mínimo aumento para las pensiones más bajas".
El secretario general del PP, Javier Arenas, y el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, aprovecharon su presencia en una convención de su partido en Barcelona para contraatacar. Lo hicieron cargando contra Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, al que consideran responsable del "desastroso" balance que ofrecen los Gobiernos socialistas tanto en empleo como en pensiones. Arenas respaldó "con entusiasmo" la propuesta "histórica" de Aznar de crear un fondo de garantía de pensiones para asegurar su viabilidad y achacó a Almunia "ser el padre del pensionazo del PSOE".
Piqué aportó un torrente de datos para argumentar que el Gobierno del PP ha corregido en sólo tres años la mayoría de los déficit estructurales que España arrastraba desde el siglo pasado. El ministro dirigió durísimos reproches a los principales dirigentes socialistas, a los que se refirió como "mentirosos". También fue muy duro con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, a quien acusó de "comprar votos" con su dotación extra para los pensionistas catalanes.
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