El accidente de tráfico con peores consecuencias de la década
Hacía diez años que no se escribía una página tan negra en las calles de Madrid a causa de un accidente de tráfico. Ocurrió en junio de 1989. Tres personas perdieron la vida en una colisión múltiple ocurrida en el paseo de la Castellana. Días después fallecía otro de los conductores implicados en el percance. En total, cuatro víctimas; igual que ayer. Otro de los percances fatídicos en el asfalto madrileño ocurrió el año pasado. La noche del 28 de julio de 1989 tres jóvenes morían al irrumpir con su coche, un Renault Clío, en un paso subterráneo para peatones de la glorieta de Atocha, tras golpear un puesto de la ONCE, arrancar 11 metros de valla metálica y desgajar un banco.
El mismo trágico resultado sucedía en las calles de Madrid en la madrugada del 28 de septiembre de 1991. En el percance murieron tres personas carbonizadas y otras dos resultaron heridas de gravedad. Ocurrió en el distrito de Moncloa, en la encrucijada de la carretera de A Coruña y el túnel de la glorieta del Cardenal Cisneros. La lluvia fue una de las causas determinantes de la colisión, en la que se vieron implicados cuatro coches.
Sin embargo, los accidentes más aparatosos y con mayor número de víctimas se han registrado en las vías rápidas de la ciudad. Sirvan como ejemplo los ocurridos en la M-40 en diciembre de 1993, con seis muertos, y en septiembre de 1995, con tres fallecidos.
El número de muertos por accidente de tráfico en las calles de la capital aumentó un 2,7% durante el año pasado, en el que se registraron 112 fallecidos. Dos de cada tres accidentes mortales ocurren entre el viernes y el domingo, según el Samur.
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