Trimble acepta reanudar el diálogo con el Sinn Fein sobre el proceso de paz
A regañadientes y planteando condiciones, la principal fuerza protestante del Ulster, el Partido Unionista (UUP), dio a entender ayer que acudirá a la mesa de discusiones con sus antagonistas republicanos, el Sinn Fein, frente político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), para iniciar el lunes en Belfast un exhaustivo examen del alicaído proceso de paz en Irlanda del Norte.
David Trimble, responsable del UUP y ministro principal del embrionario Gobierno autónomo de la provincia bajo control británico, declaró ayer que su partido está dispuesto a "revisar" el llamado Acuerdo de Viernes Santo siempre y cuando la cita sirva para extraer un expreso compromiso de paz del IRA.En vísperas de la revisión -el eufemismo que protestantes y católicos han acordado adoptar para un severo análisis del accidentado proceso de paz en el Ulster firmado hace año y medio y posteriormente ratificado en un referéndum por el 73% de la población del Ulster- las palabras de Trimble removieron, al menos de momento, la amenaza de un generalizado boicoteo protestante.
La jefatura del Sinn Fein de Gerry Adams se encuentra desde ayer discutiendo si vale o no la pena asistir a la cita convocada por el exsenador estadounidense George Mitchell, arquitecto del proceso de paz que busca poner fin a tres décadas de violencia sectaria en el Ulster. En medios republicanos se da por descontada la participación del Sinn Fein ya que a Adams le conviene aprovechar el foro para denunciar "las violaciones del acuerdo" emprendidas, a juicio de los republicanos, por el UUP.
La revisión del acuerdo, un plan crítico que puede durar hasta ocho semanas, está destinada a reabrir el ciclo de recriminaciones mutuas entre protestantes, que acusan al IRA de romper el alto el fuego decretado hace más de dos años, y de los republicanos, que acusan a los unionistas probritánicos de recurrir a tácticas dilatorias para torpedear la devolución del poder de la provincia a manos norirlandesas.
Trimble trataba anoche de capear el temporal desatado en sus propias filas, donde existe abundante resistencia a aceptar la formación de un gobierno con el Sinn Fein mientras el IRA no comience a entregar su armamento a una comisión internacional, cuya misión es erradicar de las calles a las fuerzas paramilitares y establecer un cuadro de seguridad que permita la instalación de un gobierno democrático. A esas facciones trató Trimble de apaciguar cuando reiteró ayer que el propósito del plan es impedir a toda costa "la presencia de bribones y mafiosos" en el futuro aparato gubernamental.
Las maniobras de Trimble, sin embargo, no colman las esperanzas de los protestantes probritánicos mas radicalizados. El número dos de su partido, John Taylor, dijo ayer que se mantendrá al margen de la revisión y de las futuras discusiones en el castillo de Stormont "mientras el IRA continúe los ataques" contra la población protestante. Ian Paisley, el furibundo predicador protestante y líder del Partido Unionista Democrático (DUP), anunció ayer oficialmente que boicoteará la reunión que se inaugura el lunes.
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