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El marroquí que desvió a Barcelona un avión dice que sufría persecución religiosa

El ciudadano marroquí que el pasado 26 de agosto secuestró un avión que desvió a Barcelona pretendía recalar en un país europeo por la "necesidad" de abandonar como fuese Marruecos pues, pese a ser musulmán, era objeto de una "persecución" en su tierra por motivos religiosos.Angel Velázquez, abogado de oficio del secuestrador, Mohamed El Uafi, de 45 años y natural de Meknes (Marruecos), explicó ayer en rueda de prensa que fueron motivos religiosos los que llevaron a su cliente a "desviar" el avión que, por cuestiones técnicas, en este caso la necesidad de carburante, aterrizó en Barcelona.

El abogado ha precisado ante los medios de comunicación que se limita a transmitir a la opinión pública las explicaciones que le ha dado su cliente, encarcelado en la prisión Modelo de Barcelona.

Según esta versión, El Uafi "no vio otra salida" que la de secuestrar el avión para salir de Marruecos porque "desde hacía dos años era objeto de vejaciones, humillaciones, burlas e incluso persecuciones" por parte de "su entorno", vecinos y conocidos en Meknes por la forma de interpretar y expresar sus "fuertes creencias religiosas y el Corán".

Tan poderoso era el "deseo" de abandonar su país que El Uafi "está contento" de haber dejado Marruecos pese a estar ahora en prisión, en una de cuyas celdas está recluido sólo por propio deseo, sin mezclarse con compatriotas suyos. El letrado no pudo aclarar en qué consiste exactamente el problema religioso de su defendido.

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