"Hacer una programación es un acto creativo", dice el nuevo director del Grec

Borja Sitjà (Barcelona, 1956), flamante nuevo director del festival de verano de Barcelona, Grec, efectuó ayer su primera comparecencia pública tras su nombramiento, anunciado el lunes. El acto sirvió para que se le retratara profusamente, para que el concejal de Cultura, Ferran Mascarell, responsable de la elección de Sitjà, reiterara las líneas fundamentales del festival y para que el nuevo director realizara algún apunte de por dónde irá su gestión. Mascarell señaló que Sitjá debe afrontar unas líneas de trabajo ya determinadas: el mantenimiento del apoyo a la creatividad local y de la cooperación con la iniciativa privada, el desarrollo del Grec metropolitano, la mejora de la presencia internacional en el festival -"menor en la actualidad de la que merece"- y la estructuración del Grec alternativo que se va configurando en torno al festival oficial. Mascarell explicó que la elección como director recayó en Sitjà "después de hablar con muchas personas" y destacó del elegido, hasta ahora director de programación del Odéon-Théâtre de l"Europe de París, su profunda relación con el teatro internacional. "No le hacemos un encargo sencillo", reflexionó Mascarell, "el Grec es una de las cosas más complicadas de esta ciudad". Y añadió: "Y apasionantes". Las primeras palabras públicas de Sitjà fueron: "Me da mucho miedo. Estoy muy contento. Siempre quieres, y el día que llega... Hay que hacerlo. Lo haré lo mejor posible. Soy muy pesado; cuando quiero una cosa voy hasta el final". Añadió que no iba a decir aún nada concreto. Pero señaló: "Hacer una programación requiere una dramaturgia y constituye un acto creativo, como un espectáculo. No es algo que se haya de regir sólo por leyes de mercado, no voy a ser un mero receptor de montajes, un comprador-vendedor; voy a ser muy activo". Consideró Sitjà que ningún modelo de festival es exportable a Barcelona, que ésta es una ciudad muy especial y el festival debe estar hecho a su imagen. Dijo que el Grec ha de ser una herramienta para los artistas y un periodo de fiesta para el público, e insistió en esa dimensión lúdica. Asumió el reto de colocar el Grec entre los festivales más importantes del mundo, cita obligatoria internacional como Aviñón, Salzburgo, Edimburgo o Aix-en-Provence. Respecto a cómo se consigue eso, apuntó que no es una cuestión de talonario, "sino de contenido, de imagen, de presencia, de hablar con la gente, de generar proyectos e involucrarse en otros haciéndolos posibles al participar". En cuanto al presupuesto, el director del Grec dijo que si hay que pedir dinero lo pedirá. Mascarell insistió en que un incremento económico notable sólo puede producirse si la Generalitat se involucra en el Grec. Consideró Sitjà que el festival ha de ser más corto, con cinco o seis semanas como duración ideal, y avanzó que desea "potenciar mucho los siete u ocho lugares físicos emblemáticos del festival", especialmente el anfiteatro de Montjuïc. El nuevo director, que ha sido colaborador de Lluís Pasqual, dijo que desconoce el proyecto de la Ciutat del Teatre, que Pasqual diseña y que prevé la creación de un gran polo escénico en Montjuïc, en el que podría incluirse el Teatre Grec. Sitjà señaló: "No creo que haya relación entre la Ciutat y el Grec, que sólo durará cinco semanas al año; en todo caso, necesitaré la colaboración de todos los teatros de la ciudad".