Solbes sale bien parado
El comisario designado responsable para los Asuntos Económicos y Monetarios, el español Pedro Solbes, salió ayer bien librado de su comparecencia parlamentaria. Por un lado, se encontró con un trato de guante blanco. Sólo el conservador británico Jonathan Evans hizo amagos de mostrarle los dientes al inquirirle sobre la presunta amnistía fiscal concedida bajo su mandato. Bastó la explicación de que no fue un perdón de deudas fiscales impagadas, sino "la aplicación de la nueva jurisprudencia" emitida por los tribunales.Con aplomo, Solbes defendió una política fiscal rigurosa, la necesidad de evitar obstáculos a los países aún no incorporados al euro, y el incremento de la coordinación de las políticas económicas nacionales. Supo emitir opiniones personales, respetando las oficiales, por ejemplo en el polémico asunto de la armonización fiscal por mayoría y no por unanimidad, al aplaudirla como "posición teórica a largo plazo". "No estoy seguro de que sea el momento de plantearlo", dijo Solbes.
Como hicieran los parlamentarios socialistas españoles con Loyola de Palacio, sus rivales populares se abstuvieron de efectuarle preguntas que desbordasen el ámbito técnico. Pero ayer aún coleó el debate de la ex ministra. La portavoz socialista, Rosa Díez, le imputó haber mostrado "desprecio al Parlamento [español] al acusarle de manejos". El popular Gerardo Galeote acusó a Díez de no haberse "enterado de que la campaña electoral terminó".
