El "barón" del PP de Lugo asegura que Arenas le pidió que continúe

Los barones del PP en Lugo y Ourense no se consideran excluidos del proceso de renovación del partido sino que ha sido la dirección nacional la que le ha solicitado que continúen en sus cargos. Al menos en el caso de Lugo. El presidente provincial del PP, Francisco Cacharro, aseguró ayer que hace unos días planteó al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y al secretario general del partido, Javier Arenas, su disposición a dejar el puesto en el que lleva más de una década, pero éstos le animaron a seguir. Cacharro es un estrecho aliado del dimisionario secretario regional, Xosé Cuiña, quien ayer entregó a Fraga la carta con su renuncia, a la vez que insinuaba que no se excluye como aspirante al liderazgo del PP gallego.Para justificar el cambio de caras en los puestos dirigentes del PP gallego, Fraga había esgrimido la necesidad de atajar la excesiva acumulación de cargos orgánicos y públicos en las mismas personas. Ése fue el principio que siguieron Cuiña, al dimitir como secretario regional para quedarse con la Consejería de Política Territorial de la Xunta, y el ministro de Sanidad, José Manuel Romay, quien también ha renunciado a la presidencia del PP en A Coruña.

Cuiña y Rajoy

Sin embargo, tanto Cuiña como los propios interesados han insistido en los últimos días en que el régimen de incompatibilidades no afecta a los barones de Lugo, Francisco Cacharro, y Ourense, José Luis Baltar, quienes son a la vez presidentes provinciales del partido y de las diputaciones. Ambos respaldan a Cuiña como futuro sucesor de Fraga y recelan de la hipotética candidatura del ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, constantemente citada en medios del partido pero siempre desmentida por él mismo.

Cacharro quiso resaltar ayer que no se resiste a la renovación y, para subrayarlo, hizo una revelación sorprendente: hace unos días ofreció su renuncia a Fraga y a Arenas, y ambos le pidieron que continuase dirigiendo el partido en Lugo. "El desempeño de la presidencia provincial durante varios años no deja de ser una carga importante", manifestó Cacharro, informa Europa Press. "Esto era una oportunidad para dedicarse a otras actividades o a descansar".

Cuiña también insistió ayer en que ha dimitido por propia voluntad, ya que nadie le pidió que lo hiciera. El hasta ahora número dos del PP gallego asegura que de la dirección nacional no recibió ningún mensaje "ni siquiera de forma subliminal" para que facilitase la renovación abandonando el cargo. Cuiña se entrevistó ayer con Fraga y le entregó la carta de renuncia. "Misión cumplida", comentó a los periodistas a la salida de su reunión con el presidente de la Xunta. Cuando los informadores le preguntaron si su abandono implica que ya no aspira en el futuro al liderazgo del PP gallego, Cuiña reiteró que se sentiría "muy feliz" si su actividad política concluyese al mismo tiempo que la de Fraga, pero a continuación precisó: "Con 49 años creo que aún estoy para alguna carrera".