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Sergio García aterriza como una estrella

El joven golfista de Castellón regresa a España para descansar antes de la Ryder Cup

Carlos Arribas

Un retraso de dos horas, un deportivo en la puerta, un salón en el mejor hotel de Madrid, prensa del corazón, un agente con una tarjeta en la que se lee Team Sergio, strategies and solutions, su padre, un relaciones públicas, mucho ajetreo, cámaras de televisión, mucha prensa del corazón. Toda una vorágine provocada por un chico de 19 años, pelo rapado, que no es cantante ni actor, sino deportista. Y no es deportista ni extranjero. Es jugador de golf y ha nacido en Borriol (Castellón). Ha elegido la vía de convertirse en estrella y tiene recorrido gran parte del camino. "Mi objetivo en el golf es llegar arriba del todo", dice Sergio García, el hombre de moda en el deporte mundial. Arriba del todo es, como mínimo, ser número uno del mundo. No se conformará con menos.Sergio García aterrizó ayer en España después de una gira norteamericana en la que concluyó segundo en el Campeonato de la PGA, uno de los cuatro torneos del Grand Slam, y conquistó el corazón de los aficionados de Estados Unidos. "El apoyo del público en la PGA fue impresionante. No me lo esperaba", dijo García, que arrasó por su espontaneidad y su gran sentido teatral en las situaciones más complicadas. "La espontaneidad me ayuda. No finjo nunca. Todo lo hago porque yo soy así, es mi personalidad, y si así gusto a la gente, pues fabuloso. Es que me lo paso muy bien en el campo".

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También su figura dio por fin con el destino que tenía marcado: convertirse en el gran rival de Tiger Woods, el número uno del golf mundial. "Bueno", dijo en uno de sus pocos arrebatos de modestia. "He demostrado un poquito de lo que soy capaz, pero tengo que demostrar bastante más para estar cerca de Tiger. Él es el mejor y yo voy adelantando puestos, camino de llegar a ser el número uno, que es mi gran aspiración. De todas maneras, después del PGA se vio que hacía tiempo que Tiger no sufría tanto. Sería increíble que jugara contra él el partido individual de la Ryder, me haría mucha ilusión".

En apenas cuatro meses de jugador profesional, Sergio García, que el año próximo cursará COU, ha conseguido unos logros que dicen mucho de su potencial. Ha ganado un torneo en Europa (el Open de Irlanda), se ha convertido en el jugador más joven en la historia de la Ryder Cup, el jugador que menos torneos ha necesitado (siete) para clasificarse para la compatición bienal y en el más joven que ha conseguido la tarjeta para el circuito norteamericano y el europeo simultáneamente. Es ya tercero en la Orden del Mérito Europeo, con unas ganancias de 856.282 euros (unos 142 millones de pesetas), 44º en el circuito norteamericano, con unas ganacias de 784.917 dólares (unos 11 millones de pesetas) y 25º jugador en el ránking mundial.

Aunque la irrupción del jugador de Castellón es la mejor noticia que ha recibido el mundo del golf desde la aparición de Tiger Woods, con la sensación norteamérica (número uno mundial a los 23 años, ganador de dos torneos del Grand Slam) sólo comparte, por ahora, la pertenencia a la misma cuadra, al International Management Group (IMG), de McCormack, la gran fuerza económica del golf mundial. Las diferencias de ingresos entre ambos son abismales. Mientras Tiger Woods, renegocia con Nike un contrato de más o menos 15.000 millones de pesetas por cinco años, García ingresará de Adidas y de una marca de pelotas y palos unos 600 millones de pesetas por el quinquenio.

Sergio García no le teme a nada desde sus 19 años llenos de vitalidad. "Por ahora llevo este ajetreo bastante bien", dijo García, que después de la Ryder Cup, a finales de septiembre, disputará siete torneos más, incluidos dos en Japón. "Estoy muy cómodo y muy a gusto donde estoy. A veces echo de menos mi casa en Castellón, pero estoy orgulloso de la vida que llevo, es la que he escogido". Es la vía del estrellato mundial. Sin embargo, los observadores del mundo del golf, conocedores de la experiencia de otros jugadores, han expresado su preocupación por las obligaciones que pueda haber contraído con sus patrocinadores el jugador que lleva el nombre de El Niño en la gorra, la bolsa y los zapatos. Ernie Els, el gran jugador surafricano, se quejaba recientemente de que 20 días al año debía dedicárselos íntegramente a los actos y viajes que su marca de ropa, Adidas, tenga a bien.

"Ahora estoy cansado mentalmente y me tomaré tres semanas de descanso antes de la Ryder Cup, pero físicamente estoy muy bien", dijo García. "Luego tendré que aprovechar las oportunidades y ya en diciembre tendré tres o cuatro semanas de descanso, que me vendrán muy bien".

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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