De la ilusión al desencanto maño
El Zaragoza es uno de los equipos menos cambiados en relación con la pasada temporada. Martín Vellisca fue ayer la única cara nueva para la afición maña, la cual también mantuvo el patrón del año pasado. El público se hizo ilusiones con su equipo tras el madrugador primer gol, pero igual que en años anteriores cayó en el desencanto y sólo la traca final de goles sirvió para acallar tibias protestas por el mal juego.La novedad más llamativa fue el provisional cambio de papeles de Milosevic. El yugoslavo cerró el partido anotando una asistencia de Marcos Vales, pero previamente se había investido de asistente de lujo al propiciar el primero y el tercer gol. Tampoco sorprendió el soberbio partido de Marcos Vales, pues el coruñés suele estar pletórico en cada arranque de temporada, aunque hasta ahora el fuelle no le ha dado para mantener todo el año el mismo nivel.
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