El Gobierno francés inicia su reforma fiscal con una rebaja del IVA y deja para el 2001 la del IRPF

"El presupuesto del Estado del año 2000 contempla unas reducciones fiscales de 38.000 millones de francos (5.800 millones de euros, 960.000 millones de pesetas). Es la mayor rebaja en los últimos diez años" en Francia, declaró ayer Dominique Strauss-Kahn, ministro de Economía y Finanzas. De esta cantidad, unos 18.000 millones de francos corresponden a la rebaja del 20,6% al 5,5% en el IVA que grava los trabajos de mejora o reparación de la vivienda."Es una medida creadora de empleo, que respalda una actividad muy importante y que sirve para luchar contra el trabajo clandestino", dijo el ministro. En estudio hasta el 15 de septiembre queda el reducir del 6% al 4,8% las cargas notariales sobre compras inmobiliarias.

"Reducimos el IVA para aumentar el consumo. Los impuestos indirectos son los más injustos y hemos empezado por ellos", explicó François Hollande, primer secretario del Partido Socialista (PS) francés. "El presupuesto del 2001 contemplará también la revisión a la baja del impuesto sobre la renta y de la tasa de alojamiento", especificó Strauss-Kahn.

Estas medidas de respaldo y saneamiento del consumo y del sector de la construcción quedan, sin embargo, relativizadas por el hecho de que la baja del IVA va acompañada de la desaparición de las desgravaciones fiscales que ayudaban a financiar las obras en el domicilio y que suponían unos 6.000 millones de francos anuales para la caja del Estado.

Para el presupuesto del año 2000 se mantiene la hipótesis de que el crecimiento en 1999 se situará en torno al 2,3%, mientras que para el siguiente ejercicio los cálculos se preparan sobre una esperanza de crecimiento de entre el 2,6% y el 3%.

Hollande, sin duda para calmar el entusiasmo social de sus aliados gubernamentales ecologistas y comunistas, recordó ayer que "la reducción del déficit es una obligación" y que el crecimiento no debe llevar a olvidar que "no puede pretenderse que las arcas del Estado rebosan cuando tenemos un déficit de 250.000 millones de francos".

En cualquier caso, el crecimiento del gasto público no ha de ser superior al de la inflación (0,9%), y eso permite cumplir el compromiso de que, para el año 2000, el déficit no suponga más del 2% del PIB.