Formar, informar, entretener y decorar

POSTALESLa cafetería La Prensa, en el número 83 de la Gran Vía onubense, la del Ayuntamiento, la Diputación y los soportales grises, desprende un aroma penetrante y magnífico a tapas finas e historia viva de Huelva. Sus paredes, empapeladas con miles de líneas mecanografiadas de casos y cosas que ocurrieron aquel día cualquiera de aquella época concreta, sostienen unas 250 portadas de periódicos nacionales e internacionales, todas ellas originales y envejecidas por el paso del tiempo. Se trata de un local difernte, de 200 metros cuadrados, cuya luz cálida se refleja, junto al amarillo de la prensa usada y leída, en las mesas y sillas donde se sienta el cliente, hambriento de actualidad y sediento de cerveza. Allí, el personal, continuo y pasajero, se sienta para descansar del asfalto, con la mirada pegada en las paredes y en la carta que contiene más de 39 tapas diferentes, todas ellas de la tierra y excepcionales. Pero La Prensa no es sólo un bar. Desde que abrió sus puertas el 3 de octubre de 1994, se ha convertido en el lugar preferido por los periodistas de la ciudad y los tertulianos más aguerridos. Entre el humo de los cigarrillos se habla de todo, de fútbol, de toros, del momento... Dos grandes ventanales, situados a izquierda y derecha de la entrada, reflejan el ir y venir de los que van con prisa.Una gran barra semicircular, con un tirador de cerveza en forma de pluma y libro, invita a la tranquilidad. Es el momento de repasar la historia que cuelga de sus cuadros: la primera y última portada de El Odiel, que cerró sus puertas en febrero de 1983; las páginas de La Noticia, que abrió un año después y desapareció en 1985; el primer número del diario Ya de Madrid, fechado el 14 de enero de 1935 e, incluso, un reportaje histórico sobre los orígenes del Recreativo de Huelva, el club decano del fútbol español, publicado en 1965 por el diario deportivo Marca. El propietario del local, Guillermo Vicente Gómez, de 41 años, es un amante de la prensa antigua y lo demuestra con su colección personal, que sobrepasa los 4.000 tomos encuadernados, entre ellos una serie completa de Blanco y Negro de hace 30 años. Cuando abrió la cafetería comenzó a encuadernar los diarios, aunque su afición viene de lejos: "Mi objetivo es convertir este local en una hemeroteca, para que la gente no sólo pueda revisar los periódicos diarios, sino consultar los números atrasados". Guillermo no descarta emprender un nuevo proyecto para mostrar al público su colección: "Me gustaría que ese acontecimiento se produjese el 3 de octubre, coincidiendo con el sexto aniversario". La cafetería, explica su propietario, cambiará de local en los próximos meses, "a tan sólo 10 metros de la actual, pero mucho más grande, de unos 400 metros cuadrados". La Prensa, que abre sus puertas a las siete de la mañana y cierra de madrugada, "cuando se marcha el último cliente", está unida a otro local, propiedad de su hija, Cristina Vicente, donde periódicamente se exponen muestras de pintura y escultura. De esta manera, el público puede adornar el café y los dulces vespertinos con una explosión de arte. Ocio y cultura se funden en este rincón de Huelva, que esconde entre sus cuatro paredes la resaca de los acontecimientos vividos y el olor inconfundible del bienestar.