OLOF GUNNARSSON EXPERTO EN PRÁCTICAS PEATONALES "El trolebús es mejor para San Sebastián que el tranvía ligero"
Olof Gunnarsson es un experto en prácticas peatonales y presidente de la Asociación Internacional de Peatones. Está realizando un estudio sobre las políticas de gestión de la movilidad en una docena de ciudades europeas, entre las que se encuentra San Sebastián. Gunnarsson explica que la capital donostiarra ha sido seleccionada por "sus acertadas actuaciones urbanísticas tendentes a crear una red de calles para el viandante". Pregunta. ¿Sobre qué criterios debe estar regida la ciudad ideal? Respuesta. Hay una máxima universal según la cual la ciudad ideal es aquella que es buena y amable para los peatones. La clave principal es que debe tener buenos espacios públicos, lo cual hoy por hoy no es muy corriente en las grandes capitales. Existe la idea de que teniendo unos edificios muy bonitos está todo conseguido. Sin embargo, el conjunto de la ciudad se estropea estéticamente si no se crean lugares para el caminante como plazas, o zonas verdes. Otro factor decisivo es favorecer la proximidad entre los diversos enclaves de una ciudad y evitar el aislamiento de los barrios. P. Pero el crecimiento de las ciudades dificulta concentrar todos los servicios en el casco urbano. R. El urbanismo actual está marcando una tendencia contraria a la deseable. Las ciudades están copiando el estilo de las grandes urbes americanas, que están muy extendidas, donde reina la dispersión y se favorece la construcción de grandes centros comerciales alejados del área residencial. Este modelo no anima a la gente a andar porque todos los puntos de actividad están a desmano. En estas ciudades tipo americano sólo el 2% de las personas camina a pie a su lugar de trabajo. En las ciudades europeas este porcentaje sube al 25%, y hay casos, como Salamanca, donde el 70% de los desplazamientos se hace a pie. P. ¿Cómo debe peatonalizarse una ciudad? R. Con continuidad y mucha lógica. No sirve de nada construir una gran plaza aquí y 200 metros más allá una travesía peatonal, porque el peatón encuentra barreras para llegar a esos sitios. En los cruces de esa continuidad la velocidad máxima debe ser de 30 ki´lómetros por hora. Si se circula a más 50 kilómetros por hora los accidentes son numerosos y graves para los peatones. Reduciendo el tráfico a 20 kilómetros por hora se eliminarían el 90% de los accidentes. Por eso, debería haber dos velocidades en la ciudad: una prioritaria de 50 kilómetros por hora sólo para vehículos y otra de menos de 30 kilómetros por hora donde pudieran ofrecerse algunos usos peatonales. Hay que evitar las calles de sentido único, porque incitan a pisar el acelerador. El objetivo final es conseguir la moderación del tráfico. A veces es necesario realizar acondicionamientos físicos en la calzada, mediante obstáculos, para impedir que los vehículos circulen a más de 30 kilómetros por hora. P. En San Sebastián no existe la percepción de que es un modelo de buen funcionamiento de tráfico. R. Hay muchas cosas por mejorar, porque en esta ciudad hay muchos coches. Las mejoras para los peatones no se reducen solamente a peatonalizar las calles, sino también a ampliar las aceras, reducir las calzadas para los vehículos, y a abaratar o eliminar el precio de los aparcamientos. P. ¿Apoyaría la construcción de un tranvía ligero? R. Con los autobuses eléctricos se consigue lo mismo y no se contamina menos. Es mejor el sistema de los autobuses para este tipo de ciudades pequeñas. El trolebús es un sistema más flexible que el tranvía, porque además de una línea principal, aprovecha las conexiones que recibe de otras líneas periféricas. Aunque haya un tronco central que conecte los principales centros de actividad de la ciudad, tiene el complemento del resto de las rutas de los autobuses. Con todo el entramado se consigue ofrecer un mejor servicio. El problema del tranvía es que los barrios se quedan aislados del centro. Hay un ejemplo muy claro en Italia, donde el nuevo Ministerio de Medio Ambiente está intentando lanzar un plan en 300 ciudades para introducir a lo grande el transporte público eléctrico. Los resultados que han conseguido en algunas capitales son muy buenos y de una gran efectividad.
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