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HB achaca el rebrote del vandalismo a la falta de decisión del PNV y EA

HB considera que el rebrote de la violencia callejera registrado en Euskadi en el último mes está relacionado tanto con el "inmovilismo" del Gobierno en materia penitenciaria como por la "incapacidad" de las formaciones nacionalistas para realizar acciones conjuntas en favor de los presos. La vinculación expresa realizada ayer por el dirigente de HB Joseba Permach entre la kale borroka y la situación de los presos se considera una medida de presión al PNV y EA para que se involucren más decididamente en la estrategia rupturista que HB plantea para el Pacto de Lizarra.

Desde la izquierda independentista vasca se ha relacionado habitualmente la persistencia de la violencia callejera tras la tregua de ETA con el mantenimiento por el Gobierno del PP de la política de dispersión. Sin embargo, nunca hasta ahora había establecido HB una vinculación expresa de la kale borroka con lo que considera una falta de decisión del PNV y Eusko Alkartasuna (EA) a la hora de avanzar por la senda de la Declaración de Lizarra. El portavoz de HB, Joseba Permach, lo hizo ayer en unas declaraciones a Radio Euskadi.Permach subrayó que su formación ha apostado por las vías políticas y por "canalizar las energías" de los sectores sociales que controla a través de "acciones conjuntas de la mayoría social y sindical de Euskal Herria", que considera de mayor eficacia. Pero lamentó, sin embargo, que en los últimos meses los partidos nacionalistas vascos hayan "sido incapaces de poner ese tipo de iniciativas comunes en marcha". "Hay quienes siguen entendiendo en estos momentos", añadió, "que mientras no se den ese tipo de iniciativas, que puedan ser más o menos efectivas y que puedan conseguir definitivamente traer a los presos o avanzar en el proceso abierto en Euskal Herria, tienen que seguir actuando y tomando medidas como los actos de sabotaje".

La postura oficial de HB respecto a los coletazos de la kale borroka se mantiene en las coordenadas de la moción sobre la violencia suscrita el pasado mes de abril en el Parlamento vasco por los partidos de Lizarra (EH, PNV, EA e IU) y que permitió el posterior pacto de apoyo parlamentario de Euskal Herritarrok (EH), las siglas electorales de HB, al Gobierno nacionalista del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Es decir, no se le da cobertura o amparo, pero tampoco se condenan los ataques. En este sentido, Permach señaló ayer que aunque esas acciones se sitúan al margen de la dinámica política emprendida por su formación, no se puede decir que sus autores "están fuera de la izquierda abertzale".

El nexo explícito establecido por Permach entre la kale borroka y la supuesta postura fluctuante del PNV causó cierta sorpresa en medios nacionalistas, que lo achacan a un intento de presionar al partido de Xabier Arzalluz para que se involucre totalmente en el proceso apuntado en Lizarra. En las filas de HB provoca inquietud la que estiman actitud "poco decidida" del PNV y EA. Sobre todo tras frustrarse, de momento, la entrada de su frente institucional, EH, en las instituciones forales y locales donde los partidos de Arzalluz y Carlos Garaikoetxea no cuentan con mayoría absoluta: las Diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao.

La determinación del alcalde de Bilbao, el peneuvista Iñaki Azkuna, de izar la bandera española en las fiestas invocando la legalidad vigente y las distintas sensibilidades sociales de la ciudad, provocó la pasada semana uno de los más fuertes desencuentros producidos entre HB y el PNV desde la firma, hace un año, de la Declaración de Lizarra. "Creo que fue un error por parte del PNV haber permitido a Azkuna izar la bandera y tener las consecuencias que [el episodio] ha tenido, que ha creado una crispación y un tensionamiento político entre PNV y EH", reiteró Permach.

El portavoz de HB no quiso ser excesivamente explícito sobre los debates que están desarrollando los grupos de Lizarra para elaborar un documento público que presentarán el próximo 12 de septiembre, al cumplirse el primer aniversario de la declaración que anticipó la tregua de ETA. Aventuró, sin embargo, que no va a tener "mayores problemas".

Las divergencias, no obstante, se están planteando respecto a la dinámica que debe imprimirse a partir de ahora a la plataforma de Lizarra. HB propugna "un despegue hacia una nueva realidad política e institucional para Euskal Herria", como escribía el propio Permach en el diario Gara el pasado domingo. El PNV y EA, por su parte, prefieren intentar atraer al PP y al PSE a la mesa de discu sión que propugna Ibarretxe, aun sabiendo que hasta después de las elecciones generales, en la primavera del 2000, no cabe esperar movimientos por parte de esas formaciones.

"Una protesta cívica"

El consejero vasco de Justicia, Sabin Intxaurraga (EA), declaró ayer que la irrupción del grupo Solidarios con los presos en el acto inaugural del Mundial de Atletismo de Sevilla fue "una protesta cívica que hay que aplaudir". La opinión positiva de Intxaurraga se suma a las expresadas por los dirigentes del PNV Joseba Egibar e Iñaki Anasagasti, que han contrapuesto el ingenio de las falsas giraldillas con la brutalidad de la kale borroka y la cerrazón del ministro del Interior respecto a los presos.Por otro lado, ayer quedó en libertad bajo fianza de 250.000 pesetas Juan Carlos García Iglesias, el joven detenido el pasado día 16, acusado de participar en la agresión que sufrieron dos días antes varios policías municipales de Bilbao que intentaban impedir unas pintadas.

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