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JORDI MARTÍDIRECTOR-GERENTE DEL INSTITUTO DE CULTURA DE BARCELONA

"La cultura no es cara en Barcelona"

"La cultura en Barcelona no es cara si se compara con otras ciudades, pero seguramente hay que perfeccionar y trabajar mejor la política de descuentos", afirma Jordi Martí, nuevo director-gerente del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) en sustitución de Ferran Mascarell, que tras las elecciones municipales pasó a ocupar el cargo de concejal de Cultura. "Tenemos que conseguir un sistema que impida que los ciudadanos no puedan tener acceso a la cultura por problemas económicos", añade Martí. "Por ejemplo, en estos momentos en teatro hay una media de ocupación de entre el 50 y el 55%. Quedan muchas entradas vacías que podrían llenarse, bien mediante bonificaciones al consumo, bien facilitado carnets u otro tipo de sistema para la gente con problemas económicos". Es uno de los proyectos que están en estudio en el ICUB. La lista es larga. Sólo en el plan estratégico de la cultura, presentado el pasado mes de junio y que Jordi Martí coordinó durante dos años y medio, se especifican un total de 117 medidas o proyectos concretos. Una de las que se consideraba prioritaria en su momento, y de la que ya se había hablado anteriormente, es la creación del Consejo Metropolitano de las Artes. Su principal objetivo genérico se basa, al parecer, en conseguir planes de acción o difusión cultural conjunta en el área metropolitana que, como explica Martí, congrega a unos cuatro millones de habitantes y configura lo que algunos denominan la "Barcelona real". Estrategia cultural Pero aún no se ha definido cómo será este organismo. "Es cierto que la creación del consejo ya se reflejaba como objetivo en la memoria fundacional del ICUB en 1996", afirma. "También lo estaba en el plan estratégico y pensamos que era mejor empezar por aquí para definir primero los contenidos. El consejo deberá tener un organismo estable, pero aún no está definido y, de hecho, seguramente se irá diseñando a medida que se vaya autoconstruyendo él mismo. Lo que sí es seguro es que no será un consejo de notables". Martí, al igual que su antecesor en el cargo, está convencido de que la cultura realmente se ha convertido en un factor estratégico en el desarrollo económico y social de la ciudad. "No tanto porque genera riqueza directamente a través de la venta de entradas o productos, sino principalmente porque funciona como motor de la economía en una ciudad de servicios, que es en lo que se ha convertido ahora Barcelona. Esto obliga a plantearse la cultura desde una perspectiva diferente". Es decir, a partir de ahora la oferta cultural, una de las principales bazas del turismo urbano, será tenida más en cuenta. Martí confía en que habrá un aumento del presupuesto municipal dedicado a cultura, pero "sobretodo que sea una rueda que haga que el sector privado también se sume a estas inversiones". Y añade que la importancia estratégica de la cultura no se centra sólo en el sector económico. "En estos momentos se ha convertido en una prioridad social, porque cada vez más el nivel de prácticas culturales de la gente será la garantía de que puedan adaptarse a los cambios sociales que se avecinan", afirma. "Es un factor de cohesión social y por eso se tiene que potenciar la política cultural en los barrios y distritos. En este sentido, el plan de bibliotecas [aprobado finalmente en 1998 y que tiene como plazo final de inversiones el año 2010] es importante. Se puede discutir si se tenía que ir más o menos rápido con este plan, pero ahora ya esta hecho y concreta claramente las diez bibliotecas de distrito y las diferentes bibliotecas de barrio con un plan de ejecución claro". Tal como anunció tras su nombramiento, la política de Martí será continuista. En museos, por ejemplo, la política es unificar los centros pequeños en grandes estructuras, un proceso que se ha iniciado ya con el embrión de unión organizativa entre el Museo Etnológico, situado en Montjuïc y el de Artes y Tradiciones Populares, actualmente cerrado. Estos dos centros se fusionarán para ocupar en el futuro uno de los edificios emblemáticos del Fòrum 2004 transformados en el Centro de la Diversidad de las Culturas. Es un modelo de museo que, reconoce, "tendremos que inventar porque no tiene precedentes". "El objetivo del centro", explica, "será mostrar los aspectos positivos de la diversidad cultural". Menos continuista será el Festival Grec, cuyo nuevo director se conocerá el próximo lunes. Según Martí, las líneas generales del Grec -montajes internacionales, presencia de creadores emergentes y extensión temporal- se mantendrá, pero se reducirá el número de espectáculos. "El Grec es ahora un poco un cajón de sastre", afirma. "No se trata de reducir el número de representaciones ni tampoco la duración del festival, sino de que los espectáculos puedan durar un poco más para que lleguen a todo su público potencial. Hay que esponjar la oferta".

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