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Entrevista:NUEVO SIGLO

"Si lo hubiese sabido, habría venido antes a Madrid"

Reside hace un año en Madrid, ciudad a la que llegó huyendo de una amarga experiencia. Los políticos catalanes le echaron, por mal gestor, del Teatro Nacional de Cataluña a los 15 días de ser inaugurado. Era un proyecto suyo por el que había peleado 17 años. Meses después, la profesión escénica le concedía la práctica totalidad de los premios teatrales, incluido el de mejor producción, por su puesta en escena e interpretación de Arte, obra de Yasmina Reza, con la que, tras el periodo estival, vuelve al teatro Marquina de Madrid con la intención de revalidar lo que ha sido el mayor éxito de la temporada teatral. No destila rencor, pero cuando habla de la clase política, le sobreviene una mueca muy parecida a la que pondría Bette Davis saboreando una venganza. Pregunta. ¿Cuál es el futuro del teatro cara a un nuevo milenio que no parece contar con él?Respuesta. Al teatro sólo lo salvarán el rigor y la calidad. Éste será el teatro del nuevo milenio, o dejará de ser. El teatro debe provocar reflexión y debate contando historias que den placer, y ese placer lo transmiten los grandes artistas. ¿Por qué nos emociona tanto una simple fuga de Bach, interpretada por Anne Sophie Mutter, Jordi Savall, Lluís Claret, Ivo Pogorelich, Maria João Pires o Marta Argerich? Primero, porque una fuga de Bach no es nada simple, y segundo, porque esos profesionales trabajan como locos, tanto que, cuando les escuchamos, todo nos parece fácil y sencillo, pero nos emocionan profundamente.

P.¿Por qué los equivalentes en teatro son tan difíciles de encontrar?

R.Insisto: rigor y calidad, eso salvará el teatro, porque esa calidad es buscada con afán por un público cada vez más ajeno a los culebrones basura de sus pantallas caseras.

P.Un teatro que cada vez depende más de decisiones tomadas por personas que no siempre comprenden qué es el teatro y cuál debe ser la relación entre políticos y actores.

R.Las relaciones entre los actores y los políticos siempre han sido conflictivas. Los parámetros del político distan mucho, si es que no se oponen, de los del creador. Raras veces sus motivaciones coinciden, ya que el arte es sinceridad, o no es arte. Maquiavelo dijo que la política era un arte, pero todos sabemos que es el arte del diablo, la mentira; lo que hoy vale, mañana, en nombre de esa misma política, no valdrá. Así se justifican millones de muertos.

P.¿Cómo resumiría sus años en París, Barcelona y Madrid?

R.De una manera rotunda: si lo hubiese sabido, habría venido antes a Madrid.

P.Como actor, le han llamado para hacer todo tipo de textos, pero cuando usted elige, se inclina por el lirismo, a través de textos como el Cyrano, de Rostand, La Gaviota, de Chejov, o incluso Arte, dando casi la espalda al mundo épico de Shakespeare, Calderón y otros. ¿Qué esconde esa debilidad?

R.En teatro, la profesión y la vida siempre están mezcladas, y la dirección de escena se beneficia de las dos. El teatro lírico permite contar cosas contando historias. ¿Cómo montar el Misántropo de otra manera, si no? En las tragedias shakespearianas, la dimensión épica impide la introspección, la autoimplicación, la utilización de la propia experiencia al nivel de los sentimientos y de la relación con el partenaire. Ricardo III es el mal con mayúscula. ¿Cómo respira el mal? Yo no lo sé.

P.¿Qué hubiera supuesto para usted si Arte hubiera sido un fiasco?

R.Humildad, humildad, humildad. Si algo tengo claro es que nunca nada es seguro en este oficio del teatro. Nunca dos y dos son cuatro. Nunca un éxito es algo normal, siempre es un regalo. Llenar un día el teatro no significa llenarlo al siguiente. Un triunfo es un hecho sobrenatural, una bendición de los dioses, algo que enardece y da felicidad, claro está, pero con lo que no hay que contar nunca, y menos aún protestar si no se consigue. Un triunfo paga con creces el sudor y las lágrimas.

P.¿Para qué sirve tanto premio?

R.La mayoría de estos premios han sido un plebiscito de las compañeras y compañeros de la profesión, y esta demostración es para mí una satisfacción enorme, un motivo de orgullo y una emoción que no tiene precio. En cualquier caso, estos premios, al señor Pujals [el consejero de Cultura del Gobierno de Pujol que echó a Flotats del Teatro Nacional de Cataluña] y a unos pocos que circulan por Barcelona les han quitado la voz.

P.¿Piensa que el teatro mejora a los hombres?

R.Giraudoux decía: "El teatro devuelve a los hombres su ternura". ¿Cómo podría un hombre o una mujer, recuperada su ternura, no ser mejor? P.¿Es posible que un espectáculo satisfaga por igual a un intelectual exigente que a una persona sin ninguna cultura? R.El teatro es algo que debe ser comprendido a la primera audición; el placer de oírlo debe ser inmediato. Si no, el público se pierde, se aburre y se va. Aquí no se puede, como en la lectura, retroceder a la página anterior, pero en cambio los grandes textos dramáticos pueden tener tantas lecturas como espectadores. Por su extraordinaria riqueza de contenidos, satisfacen al más preparado y al más ingenuo. Con lecturas distintas y a veces opuestas del mismo montaje, espectadores de niveles culturales muy dispares encuentran igualmente placer, porque son felices aprendiendo algo nuevo, desconocido, diferente. Ahí encontramos lo que distingue a un autor clásico, popular en el sentido amplio y noble de la palabra. Del teatro de Giraudoux, ya que lo he mencionado antes, se decía que poseía una literatura dramática y poética exquisita para la élite intelectual y totalmente comprensible y accesible al menos preparado. Creo que gran parte del éxito mundial de Jasmina Reza radica en este punto.

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