Seedorf se hace notar
El Madrid, con el holandés de titular, doblega a un Milan pusilánime
No fue un Milan con mayúsculas el que visitó el Bernabéu, no lo fue por alineación -sin Bierhoff, sin Weah, sin Maldini, sin Albertini...- y tampoco por actitud, pero el Madrid de ayer tiene motivos para sentirse feliz. Porque ciertamente lo hizo bien, a ratos muy bien. Por una vez, además, no vivió en exclusiva de su descomunal pegada. De hecho, falló muchas más ocasiones de gol de las que materializó. La desmotivación del adversario influyó en la mejoría del Madrid, no cabe duda, pero también la reunión en su propio centro del campo de futbolistas como Seedorf, Redondo y Guti. Tres tipos técnicos, de buen toque, de criterio y de precisión en el pase. Tres centrocampistas, en suma. Al fin tres medios de una sola tacada en una alineación de Toshack.El que más lució fue Seedorf, que se tomó la cita como algo personal. Por eso, aunque ubicado en la misma banda derecha de la que tantas otras veces renegó, vivió el partido con intensidad. Abusó de la conducción de la pelota, costumbre incorregible, pero en otros lances se asoció magníficamente con sus compañeros, les buscó con acierto en los desmarques, luchó y se mostró fino e inteligente en los pases al hueco. Además marcó un gol, el 1-1, un cómodo tiro a placer tras un rechace como punto final a una jugada, eso sí grande, inventada en su origen por él. Seedorf, quién sabe si en su última aparición por el Bernabéu con la camiseta blanca, recibió el cariño de la hinchada. La misma afición que el curso pasado le recriminaba por todo, ahora, perpleja ante su pulso con Toshack, se ha puesto de su parte.
REAL MADRID 4
MILAN 2Real Madrid: Iker Casillas; Michel Salgado, Hierro (Helguera, m.46), Julio César, Roberto Carlos; Seedorf (Mc Manaman, m.68), Geremi, Redondo (Sanchís, m.74), Guti; Raúl (Morientes, m.46) y Anelka (Savio, m.72). Milan: Rossi; Sala, Costacurta (Sadotti, m.81), Ayala (N"Gotty, m.46); Helveg (Ba, m.68), Gattuso, Giunti, Serginho (Guli, m.56); Leonardo, Shevchenko (Orlandini, m.46) y Ganz. Goles: 0-1. M. 12. Gattuso, de volea desde la frontal, en el rechace de la barrera de un golpe franco. 1-1. M.28. Seedorf pasa sobre Raúl, éste tira y el holandés recoge el rechace del portero y marca. 2-1. M.72. Savio, de volea tras un mal despeje de Costacurta. 3-1. M.81. McManaman pasa a Morientes, éste se escora, le devuelve y el inglés marca. 4-1. m.89. Iván Helguera, de fuerte disparo, tras una dejada de Morientes.. 4-2. m.90. Orlandini, de tiro parabólico. Árbitro: García Aranda. Amarilla a Salgado, Hierro, Gattuso, Sala y Costacurta. Trofeo Santiago Bernabéu. 50.000 espectadores en el estadio madridista.
No sólo Seedorf contribuyó a pintar los minutos de buen juego del Madrid. También Anelka, por mucho que realmente pase muy lejos de sus mejores días. Estuvo horroroso en el remate, en los mano a mano con el portero, pero portentoso en algunos movimientos. Se perfila bien, tiene fortaleza para resistir las embestidas de los defensas y potencia para dejarlos atrás. Gustó Anelka, en suma, pero de nuevo no tanto como Morientes, una máquina dentro del área. Esta vez no tuvo el gol de cara -tiró un balón al palo y malogró otra ocasión clara-, pero ayudó a la causa con dos asistencias sensacionales. Por lo demás, ya en la segunda parte, Savio volvió a reclamar un sitio en el equipo y Mc Manaman le insinuó al público que tal vez convenga tenerle paciencia.
No debe tirar cohetes el Madrid por su goleada, pero sí sentirse contento. Jugó mejor que de costumbre, aunque ayudado por el pasotismo que caló en el rival a la media hora de juego, y además se quitó simbólicamente de encima el síndrome Milan.
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