La bailarina del 2000

De niña, María Giménez (Madrid, 1971) soñaba con llegar a ser una estrella de la danza con el nombre María de Torvic, Víctor al revés, en admiración a Víctor Ullate, uno de sus primeros profesores y una de las personas que más ha contribuido en su formación artística. Hoy, el sueño es una realidad y María Giménez se ha convertido en una de las mejores bailarinas españolas a nivel internacional, que tras pasar por el Ballet de la Comunidad de Madrid y ser solista del Ballet Nacional de Marsella es ahora una estrella invitada por las principales compañías internacionales. María Giménez bailó por primera vez la versión clásica de El lago de los cisnes en 1998, invitada por Alicia Alonso, en el Ballet Nacional de Cuba. Esta noche (22.00 horas) lo hará de nuevo con la compañía cubana en el Teatro Tívoli de Barcelona formando pareja con Reyneris Reyes. Los entendidos la califican como la bailarina del 2000. María tiene ángel. Su presencia ilumina la escena. Tiene la velocidad justa en los giros y la elevación precisa en el arabesque. Sus largos brazos hablan y su mirada, mezcla de inocencia y perversidad, la convierten en la intérprete ideal para el doble papel de Odette-Odile. La versión que el Ballet Nacional de Cuba ofrece de El lago de los cisnes en Barcelona hasta el próximo 26 de agosto es la que Alicia Alonso realizó partiendo de la original que Marius Petipa, con la colaboración de Lev Ivanov, estrenó el 15 de enero de 1895 en el teatro Marinski de San Petersburgo.-C. DEL V.