Máxima polarización
La polarización de las elecciones entre Jordi Pujol y Pasqual Maragall aterroriza al resto de los candidatos que ya perciben las dificultades para terciar en la pugna. Para el Partido Popular (PP) estas autonómicas tienen además la particularidad de constituir uno de los últimos exámenes antes de las legislativas. El otro será el de las andaluzas.Los conservadores se presentan sin Aleix Vidal-Quadras, que ha sido alejado de la dirección del partido e incluso del escenario político catalán.
Una victoria en Cataluña aportaría, por sí misma, una gran alegría al PSOE. Pero, además, los socialistas acarician la idea de encadenar una derrota de los populares en las elecciones a la Generalitat con otra en la Junta de Andalucía. El Gobierno de Aznar llegaría entonces a las legislativas del 2000 como la UCD a las de 1982.
Los otros dos partidos del arco catalán, Esquerra Republica e Iniciativa per Catalunya-Verds, se han comprometido de forma distinta. Los republicanos se ofrecen para formar gobierno tanto con Pujol como con Maragall. Los ecosocialistas de Rafael Ribó apuestan por una mayoría de izquierdas con el PSC y ERC.
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