Los socialistas recuperan sus dos escaños en la Asamblea
Javier de Pro y Rafael Hernández son desde ayer oficialmente diputados de la Asamblea de Melilla por el PSOE. Algo previsto pero que no resultó fácil. Tuvieron que celebrarse hasta cuatro votaciones porque el GIL se empeñaba en que la sesión plenaria era ilegal. Al final lo consiguieron. Termina así para los socialistas el mal sueño de la tránsfuga Malika Mohamed, que les había traicionado para pasarse al Grupo Mixto y evitar así una moción de censura contra el Gobierno de Coalición por Melilla (CPM, el partido del presidente Mustafa Aberchan) y el GIL.La Asamblea está al fin completa y se han obedecido ya las resoluciones judiciales. Ahora, cuando además ya no está el GIL en el Gobierno, toca volver a empezar. El problema está en que Aberchan se niega a dar paso a un Ejecutivo de concentración y el GIL amenaza con más transfuguismo. Ante este panorama, los demás partidos hacen ya cuentas para presentar una moción de censura a las 10 horas del lunes si para entonces Aberchan no ha dimitido.
En teoría, nadie quiere aliarse con la formación de Jesús Gil,pero cunde la desconfianza. El más propenso a hacerlo sería Enrique Palacios (PIM), que ofrece un argumento peculiar para justificar unas posibles negociaciones con aquella fuerza: "Si el Gobierno central negocia con HB, que tiene las manos manchadas se sangre, que no venga a imponernos que no hablemos con el GIL, cuyo delito es que está dirigido por una persona que está mal vista".
Pretensiones exageradas
Con este mismo argumento Palacios abortó la moción de censura que el 9 de julio intentaban preparar Ramón Jáuregui (PSOE) y Pío García Escudero (PP). Entonces él se apresuró a negociar con Aberchan y con el GIL su inclusión en el Gobierno de la ciudad, al que los tres diputados del PIM darían mayoría absoluta. Pero rechazaron sus "exageradas pretensiones".Aquel fracaso le hizo variar sus opiniones sobre el GIL. Entonces Palacios llamó a este partido "artefacto político" que tenía "secuestrada la voluntad de Aberchan" e incluso llegó a considerarlo en una conferencia de prensa "malo" para Melilla. Con tales nuevos argumentos sí se animó ya a unir sus votos al PP y UPM, el 22 de julio, en otra moción contra Aberchan, a la que debía sumarse el PSOE y que no cuajó porque la diputada Malika Mohamed se pasó al Grupo Mixto para sorpresa de todos. Pero aquel acuerdo, ahora realizable, ya no le vale a Palacios. "Todo tiene fecha de caducidad", alega.
Palacios, policía local de profesión, no tiene pudor en reconocer que la actual crisis demuestra los éxitos de sus 16 meses de presidencia en la anterior legislatura, en la que llegó tan alto como tránsfuga del PP.
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