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Ellos no ven obstáculos

La nueva generación española afronta sin temor los 3.000 metros

Carlos Arribas

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En Monzón (Huesca) saben que Eliseo Martín vivía en las afueras y que de niño, como siempre se levantaba tarde, tenía que echarse a correr para coger el autobús que le llevaba a la escuela. Y la parada estaba a tres kilómetros de su casa. Ahora, a los 25 años, Martín es campeón de España de 3.000 metros obstáculos y hoy tendrá que correr esos tres kilómetros de su infancia, pero más deprisa y con más dificultades, porque también se encontrará por medio 28 veces (cuatro por cada una de las siete vueltas) una valla de 91,4 centímetros, y siete veces (una por vuelta) una ría de 3,66 metros de largo y 70 centímetros de profundidad. Y, además, no lo hará solo, porque tendrá que competir con los mejores atletas del mundo, esto es, con los kenianos que forman una clase aparte aunque compartan con él una infancia pasada corriendo hacia la escuela (o eso dice el mito), o con los marroquíes, que se le acercan a sus compatriotas africanos, o hasta con sus amigos españoles."Y será tan difícil la carrera", dice Martín, autor este año de una marca de nivel mundial (8.13,59) "que la semifinal será para mí una final. El nuevo sistema de clasificación para la final [los dos primeros de cada una de las tres semifinales más los seis mejores tiempos] me ha trastocado todo. Habrá que ver cómo se distribuyen los africanos, que son los que hacen las carreras rápidas. Y si me toca en mi serieBernard Barmasai [keniano y plusmarquista mundial con 7.55,72], pues seguro que yendo en su estela puedo bajar de los 8.13". Mala suerte, Barmasai correrá en la segunda serie, con Berlanas. A Eliseo le toca Christopher Koskei, otro keniano, polémico porque hay sospechas de que le dejó ganar a Barmasai en la reunión de Zúrich con el objeto de que su compatriota pueda embolsarse el millón de dólares con que se premia a quien gane todas sus carreras en la Golden League.

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Casi a nivel africano

En Madrid, en cambio, apenas conocen a Luis Miguel Martín Berlanas, plusmarquista español de los 3.000 obstáculos con una espectacular marca conseguida precisamente en la pista de Sevilla de nivel casi africano (8.11,18). Desventajas de vivir en la capital. "Tenía el colegio a 500 metros e iba andando", cuenta el atleta que en mayo, cuando batió el más viejo récord nacional, logró la mejor marca mundial, y que después se lesionó y que llega al Mundial apenas recuperado. "Estoy muy bien de forma, casi mejor que en mayo", dice, "pero aún no me he entrenado con obstáculos y a lo mejor dudo a la hora de encarar las vallas. Pero, ¿por qué no voy a batir el récord otra vez?".Y hay otro español, Marco Cepeda, de Viladecans (Barcelona), otro para quien la semifinal de hoy (estará en la primera tanda, junto al keniano Paul Kosgei y el alemán Damian Kallabis, el mejor blanco, con 8.09) será una final. "Saldré a correr a tope, sin pensar en cuántos se clasifican. Yo soy de resistir un ritmo fuerte, nada rápido al final".

Los tres jóvenes prometen una edad de oro para el fondo español. Son precavidos, pero también ambiciosos. Han roto una barrera psicológica que paralizaba a los obstaculistas españoles en el entorno del 8.30. No temen a nadie. O casi. "Quitando a Barmasai, los demás están a nuestro alcance", dice Eliseo Martín. "El oro será intocable, pero el resto de metales, no".

Complicado parece. En el último Mundial, tres kenianos (Wilson Boit Kipketer, Moses Kiptanui y Barmasai) fueron los tres primeros; en los tres anteriores el oro y la plata también fueron kenianos. ¿Podrán los europeos romper una tendencia tan asentada que parece lo más natural del mundo? ¿Y esos europeos podrán ser españoles?

"En Europa entera una nueva generación está rompiendo tabúes", dice Cepeda. "Y cuidado con el alemán Kallabis, que puede romper la hegemonía africana. Ha corrido en 8.09 y tiene un final más rápido incluso que Barmasai".

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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