Las instituciones excluyen del programa de realojamiento a 139 rumanos recién llegados

La mitad de los 270 gitanos rumanos asentados en San Roque (Fuencarral) no serán realojados en tiendas de campaña. Así lo han decidido las instituciones, según explicó ayer el concejal de Servicios Sociales en funciones, Simón Viñals, quien considera -a partir de los informes de Cruz Roja- que este grupo está formado por familias recién llegadas a la ciudad atraídas por los planes de apoyo previstos para sus compatriotas expulsados de Malmea. Los que sí serán albergados en el campamento proyectado en San Roque serán los 131 inmigrantes que regresaron hace días de la costa.

Viñals no especificó qué van a hacer las instituciones con los 139 rumanos que quedan fuera del plan de realojamiento. "Podrán acudir a la red normalizada de servicios sociales y sanitarios, como vienen haciendo numerosos inmigrantes desde hace años", manifestó.El edil no descartó recurrir a la policía si estas familias excluidas del programa social se resisten a abandonar San Roque, pero precisó que esa decisión "no es competencia municipal", con lo que echó la pelota al tejado de la Delegación del Gobierno. "Madrid no se puede convertir en el único punto de acogida de todos los ciudadanos europeos que quieran residir aquí", añadió el concejal. "Hay que llegar a un pacto de solidaridad y consenso con todas las administraciones y con todos los municipios para que el realojamiento de inmigrantes se reparta entre todos", concluyó.

Ayer mismo, algunos de los rumanos excluidos del programa de campamentos se planteaban abandonar Madrid, según integrantes de la ONG Mundo Justo que apoyan a estos inmigrantes. "Una familia me ha preguntado a ver cómo puede ir a Toulouse", explicaba un voluntario de la entidad.

La portavoz adjunta de PSOE-Progresistas, Cristina Narbona, calificó ayer de "cínicos" los planes de realojamiento anunciados. "El número total de personas incluido en los planes de integración será de 217, cuando inicialmente se programaron medios para atender a 355", reflexiona.

Los 131 inmigrantes que sí serán realojados se quedarán en San Roque. Allí, el lunes comenzará a construirse un campamento que podría dividirse en dos zonas, si es técnicamente posible, para evitar la masificación. Es el tercer asentamiento construido para estas familias. Los otros dos son Cañada de los Canteros (Vallecas Villa), donde viven 48 rumanos, y Ciudad Escolar (Fuencarral), con 37. Se ha descartado la ampliación de estos núcleos "para no interferir el trabajo social iniciado".

Las instituciones levantaron también un cuarto campamento, el del camino del Espinillo (Vicálvaro), ubicado en medio de un erial, que ahora han decidido no utilizar por su "lejanía". Es el único núcleo que ha despertado rechazo vecinal.

Las administraciones han invertido 150 millones en el plan de apoyo a estas familias expulsadas de Malmea. La Comunidad ha gastado 100 millones (el doble de lo previsto) en la construcción de los campamentos en suelos municipales. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales dedicará otros 50 millones al programa social que desarrollan Cruz Roja y la Comisión Católica de Migración en los asentamientos.

Hace un mes, las instituciones proyectaron realojar en cuatro campamentos a 355 rumanos expulsados de Malmea y reasentados en San Roque. Pero a comienzos de agosto, cuando tres de los asentamientos estaban ya levantados, 270 de estos inmigrantes se marcharon hacia la costa porque en Madrid no encontraban compradores para la revista La farola (su principal sustento).

Para realojar a los 85 rumanos que quedaban, bastaba con dos campamentos, así que se desecharon los de Vicálvaro y San Roque. Pero la situación dio un viraje una semana después, al retornar parte de los inmigrantes que habían viajado al litoral (los 131 que van a ser realojados), a los que se sumaron otros 139 (los ahora excluidos del programa) que nunca habían estado antes en Madrid.