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Dai-Ichi Kangyo, Fuji Bank e IBJ se unen para constituir el primer banco del mundo

Los bancos japoneses Dai-Ichi Kangyo, Fuji Bank e Industrial Bank of Japan (IBJ) confirmaron ayer que han iniciado conversaciones para lograr una fusión. De concretarse la operación, nacerá el primer banco del mundo, con unos activos de 1,2 billones de euros, unos 200 billones de pesetas, muy por delante del banco que hasta ahora ocupa ese primer puesto del ranking, el Deutsche Bank, fusionado en noviembre de 1998 con el estadounidense Bankers Trust. La fusión es fruto de la reestructuración bancaria impulsada desde el pasado año por el Gobierno nipón.

La existencia de negociaciones para crear el primer banco mundial, por encima del número uno actual, el Deutsche Bank-Bankers Trust, e incluso por encima de la entidad que podría resultar de la fusión de los bancos franceses BNP, Societé Générale y Paribas, fue desvelada por la prensa especializada japonesa y tuvo un inmediato reflejo en la Bolsa de Tokio, con subidas del 11% en las acciones de los tres bancos.Los portavoces de las entidades implicadas en las negociaciones no ofrecieron detalles sobre el proyecto y se limitaron a confirmar las conversaciones. Según el diario Nihon Keizai Shimbum, el anuncio de la fusión se hará a fin de mes, y como acciones inmediatas se baraja la constitución, a finales del próximo año, de una sociedad de cartera común con sus sectores más activos y las actividades de corretaje. Antes, las tres entidades separarán de forma coordinada sus respectivas actividades de banca de particulares, banca de empresas y banca de inversión, y reorganizarán sus filiales.

Empleo

La operación, bien acogida por los analistas financieros de Japón, tendrá importantes consecuencias en el empleo. Dai-Ichi (477.300 millones de dólares en activos, 453.435 millones de euros) cuenta con 16.000 empleados y 361 oficinas; Fuji Bank (412.900 millones de dólares en activos, 440.805 millones de euros) tiene 14.000 trabajadores y 340 sucursales, mientras que el IBJ (382.800 millones de dólares, 363.660 millones de euros), que no ofrece servicios a particulares -su actividad tradicional y en declive ha sido desde la posguerra la financiación a largo plazo de las grandes empresas-, cuenta con 4.700 empleados.Dai-Ichi y Fuji Bank mantenían ya un acuerdo desde el pasado año para desarrollar acciones comunes en la gestión de fondos de pensiones y en actividades de gran banca corporativa (trust banking).

Para Fuji, las conversaciones prolongan una agitada etapa de reorganización. Hace unos meses se hizo con el control de otro banco de negocios de mediano tamaño, el Yasuda Trust and Banking.

La gran fusión es fruto de la estrategia de reestructuración de la gran banca impulsada desde el pasado año por el Gobierno japonés. El pasado mes de marzo, el sector bancario de Japón -pieza fundamental de la más amplia reforma financiera diseñada en 1997- recibió 67.800 millones de dólares (64.410 millones de euros, 10,7 billones de pesetas) de fondos públicos para aliviar su situación de crisis y mejorar sus resultados en un contexto de recesión económica y retroceso de la demanda.

El proceso de reestructuración bancaria ha tenido hitos importantes en el último año, como la nacionalización del Long-Term Credit Bank en noviembre de 1998; la nacionalizacíón del Nippon Credit Bank apenas dos meses después, o la intervención de bancos regionales como el Kokumin Bank, el Kofuku Bank, el Tokio Sowa Bank y el Namihaya Bank.

La vigilancia del proceso de saneamiento y su impulso, según los analistas, corre a cargo de la Agencia de Supervisión Financiera (ASF), un organismo estatal independiente del Ministerio de Finanzas que se creó para reconducir las resistencias de la gran banca a la reorganización. El papel de la citada agencia ha sido destacado en operaciones como la fusión de los bancos Mitsui y Chuo Trust, o la alianza entre el Sanwa y el Toyo Trust.

Problemas

En general, la gran fusión bancaria anunciada ayer ha sido bien acogida por los analistas. Así, por ejemplo, el analista de Lehman Brothers en Tokio, Robert Zielinski, asegura que la fusión puede resolver los problemas arrastrados por el gigante IBJ, además de empujar al mismo proceso de reorganización a otras entidades del país.En el mismo sentido se pronunció Brian Waterhouse, de HSBC Securities, quien destacó la fortaleza de la entidad resultante, si bien advirtió de la dificultad del proceso recién iniciado. Según Waterhouse, el primer banco del mundo podría conseguir cifras mareantes tanto en facturación (unos 8,4 billones de pesetas anuales) como en beneficios (267.000 millones de pesetas).

La noticia de la fusión coincidió con nuevas advertencias de las autoridades japonesas acerca de la evolución del yen, que se está fortaleciendo frente a las principales divisas. Según afirmó el viceministro de Finanzas, Haruhiko Kuroda, "un yen demasiado fuerte en un estadio prematuro de recuperación económica no es favorable para Japón, porque la tasa de cambio de una moneda debe reflejar los datos económicos actuales".

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