MARGA BLANCO POETA "La poesía tiene mucho que ver con el mundo que uno vive"
La poesía vuelve a tener vitalidad. Lo demuestran autores como Marga Blanco Amos (Granada, 1973), una licenciada en Filología Hispánica que, con apenas 23 años, fue finalista del Premio García Lorca de Poesía. Ahora, con 26, tiene ya dos libros en el mercado, En un continente cualquiera y A cierta distancia, además de aparecer en varias antologías sobre la creación más reciente en España. Para Marga Blanco, el nuevo auge de la poesía es consecuencia de la necesidad de un mayor compromiso social y de la influencia de todas las generaciones de poetas de este siglo. "A mí, leer poesía", afirma, "es lo que produce más ganas de escribir". Pregunta. ¿Cómo nació su interés por los versos? Respuesta. Creo que lo tuve desde siempre, desde pequeña. Me lo tomé ya en serio cuando me eligieron finalista en el Premio García Lorca. Me presenté sin ninguna intención, sólo a ver qué pasaba. A partir de ahí ya he tomado más conciencia sobre lo que es escribir, maduro mucho más las ideas. P. ¿Qué es lo que le impulsa a la gente a escribir poemas en estos tiempos? R. El resto de la gente, no lo sé. A mí me impulsa la necesidad de un compromiso social. También los temas de siempre, supongo: el amor, el desamor... P. Parece que ahora están apareciendo muchos nuevos poetas. ¿A qué cree que se debe? R. Supongo que es porque hay bastante eclecticismo, y ganas de decir cosas. Es cierto que hay mucha gente que escribe, y mucha gente escondida que escribe. Lo bueno es que todos eligen caminos diferentes de expresión. Basta con ver cualquier antología. Cada uno tiene su propio lenguaje y diferentes cosas que decir. P. ¿Qué autores le han influido más? R. Muchos, supongo. Los clásicos: Lorca, Salinas... pero también actuales, como Javier Egea o Álvaro Salvador. Leer poesía es lo que me produce más ganas de escribir. Creo que hay temas universales que son una fuente inagotable para trabajar. P. ¿Se considera dentro de esa corriente denominada la otra sentimentalidad? R. En cierto modo. Suelo utilizar para los poemas elementos próximos, cotidianos. Pero también considero que hay muchas cosas que me diferencian. No creo que pueda incluirme en ninguna corriente. Unas veces escribo de una forma y otras lo hago de otra. Hay autores que me influyen mucho, como Pavese o César Vallejo. Yo creo que, más que una corriente, la poesía tiene mucho que ver con el mundo que uno vive. Ahora, por ejemplo, me apetece muchísimo escribir sobre las relaciones humanas. Y sobre la injusticia.
