Anoche volví a Manderley
Anoche volví a Manderley. Y al monte Rushmore. Y a un pequeño motel de carretera. A todos los lugares donde se han desarrollado las muchas obras maestras de Alfred Hitchcock. El especial de Canal + Hitchcock, la ficción sin límites me llevó allí. No sólo es un documental ingeniosamente elaborado -las imágenes recreadas de la entrevista de Truffaut al director inglés son un recurso brillante-, sino que lo exhaustivo de la documentación -los planos censurados de Psicosis y todos los story boards que se hacían realidad ante nuestros ojos fundiéndose con las imágenes de las películas a las que pertenecían- y lo divertido del planteamiento -la explicación en off de lo que es un McGuffin ilustrado con imágenes ad hoc de 39 escalones- convierten a este documental en un producto muy superior a otros que se han elaborado para conmemorar el centenario del realizador de Rebecca. Y, como broche de oro, las imágenes inéditas del proyecto truncado Kaleidoscope me fascinaron. Todo un regalo, con una única pega: su corta duración. Anoche volví a Manderley y no quería marcharme.- . .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.