Los municipios del Este arremeten contra Barajas por ampliar la pista de aterrizaje

El aeropuerto de Barajas ha decidido ensanchar su pista de aterrizaje para dar cabida a aviones más grandes. La pista, que mide 45 metros de ancho, pasará a tener 60. De este modo se pretende que las aeronaves de la clase E (Boeing 747 y Airbús 340) puedan aterrizar con holgura y, sobre todo, preparar el trazado para los futuros aviones de gran capacidad.Este proyecto, sacado a concurso por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), organismo público que gestiona Barajas, ha desatado las protestas de los municipios, sobre todo del Este, afectados por el ruido de los aviones. Estos ayuntamientos no sólo temen que tras la ampliación de la pista se dispare el impacto sonoro, sino que también consideran que la obra es un derroche, ya que el aeropuerto se cerrará en el 2015. Las trabajos de ensanche comenzarán en primavera y costarán 2.000 millones de pesetas. Este dinero no sólo servirá para ampliar la pista de aterrizaje: los trabajos de mejora permitirán la renovación de la superficie asfaltada de la citada pista. El objetivo es mejorar su capacidad de drenaje y, así, que tenga mayor agarre para las ruedas de las aeronaves. "Se pretende levantar el asfalto unos cinco centímetros sobre su trazado actual", señaló un portavoz de AENA. Además, se renovarán todas las señales de balizamiento. "Se trata de un tipo de obras que se llevan a cabo de forma periódica en el aeropuerto a fin de tenerlo a punto y renovarlo. De esta manera, no será necesaria una reforma rápida para ponernos al día cuando entren en funcionamiento aviones más grandes que los actuales. Además, esta reforma permite a Barajas homologar la antigua pista con la tercera, que se usa para los despegues", añadió el portavoz de AENA. Ésta no será la única reforma que sufra el aeropuerto en primavera. La terminal de carga más cercana al recién inaugurado dique sur sufrirá un lavado de cara. Se construirá un edificio de dos plantas de 9.600 metros cuadrados para oficinas de las aerolíneas y una sala para pasajeros de primera clase. Además, habrá dos pisos subterráneos con 1.000 plazas de aparcamiento. Estas obras durarán unos ocho meses desde su adjudicación y costarán 950 millones.

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"Un derroche"