El incendio forestal más devastador del verano en Andalucía calcina 1.000 hectáreas en Granada Tres grandes frentes y el abrupto terreno de la Sierra de Cázulas dificultan la extinción

El escarpado terreno de la Sierra de Cázulas dificultó las tareas de control del incendio que se originó a mediodía del pasado lunes en el término municipal de Otívar (Granada) y que, hasta el cierre de esta edición, había calcinado alrededor de 1.000 hectáreas de matorral y pinar de repoblación. En la tarde de ayer, el Infoca no había conseguido todavía controlar el fuego y permanecían activos tres frentes, dos de ellos muy violentos. La Delegación de Medio Ambiente de la Junta en Granada no descarta que el incendio haya sido provocado intencionadamente. Ocho aviones, seis helicópteros y cerca de doscientos miembros del Infoca, bomberos y Protección Civil trabajan para intentar apagar el que, por ahora, es el incendio más devastador de este verano en Andalucía. Tres trabajadores del Infoca han resultado heridos de carácter leve durante las tareas de extinción. Ayer por la tarde, casi todos los esfuerzos estaban puestos en frenar el veloz avance de las llamas en dirección a la cercana Sierra de Tejeda. Según el delegado de Medio Ambiente, Rafael Salcedo, si el fuego llega a alcanzar esta zona de pinos adultos podría avivar su intensidad y las consecuencias serían más graves. El abrupto terreno -una sucesión de profundos barrancos con sendas muy difíciles de transitar- entorpece el acceso y la actuación de los retenes. De hecho, el segundo frente activo, el del paraje de Junta de los Ríos, sólo se ha podido combatir desde el aire con hidroaviones y helicópteros. A última hora de ayer, este foco estaba casi extinguido, aunque el fuerte viento lo reavivaba débilmente en algunas zonas. La tercera y última lengua se dirigía ayer en dirección suroeste hacia el límite entre las provincias de Granada y Málaga. El fuego ha llegado a afectar a varias hectáreas del término municipal de Nerja. Seis retenes del Infoca de Málaga participan en las tareas de extinción y el resto de efectivos del cuerpo en esta provincia están alerta por si es necesaria su intervención. Los técnicos forestales confiaban en que una franja de terreno compuesta por piedras y rocas les ayude a frenar el ímpetu de las llamas. Otros dos frentes que estuvieron activos ayer, en dirección sur y sureste, fueron sofocados durante la tarde. El segundo de ellos, que llegó a entrar en el término municipal de Almuñécar (Granada), obligó a desalojar, como medida cautelar, a doce personas alojadas en la finca de turismo rural Peña Escrita. El incendio se originó a las 14 horas del lunes, a cien metros de un área de descanso con barbacoas situada en el paraje de Junta de los Ríos. Pero, según Rafael Salcedo, el origen no estuvo en unas brasas para cocinar. "Esto lo hemos descartado. Pudo ser una cerilla o una colilla arrojada con negligencia. Aunque también barajamos la posibilidad de que haya sido provocado de forma intencionada", señaló. A mediodía de ayer, Salcedo era pesimista sobre la posibilidad de extinguir el incendio con rapidez. El tupido matorral y los pinos plantados después de dos incendios anteriores, el último en 1994, lo dificultan. El fuego ha originado una densa columna de humo visible desde Granada capital y ha obligado a cerrar la antigua carretera de la Costa (conocida como De la Cabra), una vía secundaria de escaso tráfico.