El proyecto de fusión BNP-SG-Paribas queda en manos de las autoridades bancarias francesas

La batalla de las fusiones francesas, que ha enfrentado a la BNP con el tándem formado por la Société Générale (SG) y Paribas, será finalmente dirimida por las autoridades bancarias, tras el contradictorio veredicto emitido por los mercados bursátiles. La doble OPA lanzada por la BNP ha obtenido un efecto tan desigual -ha conseguido hacerse con el 65,1% del capital de Paribas, pero sólo con el 36,8% del de SG, que la propia BNP eleva al 39%- que únicamente la intervención exterior de las autoridades bancarias puede sostener el proyecto de fusión a tres.

El Comité de Organismos de Crédito y de Empresas de Inversión (CECEI), que preside el gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, deberá ahora optar entre exigir a la BNP que devuelva los títulos a sus propietarios originales y dar por fracasada la OPA o permitirle conservarlos y avalar así el proyecto de fusión a tres. Ese organismo, formalmente independiente, aunque se le supone inspirado por la "razón de Estado" -puesta en este caso al servicio de "la gran fusión bancaria"-, podría igualmente plantear un marco de colaboración accionarial y estratégica entre la BNP y SG, una solución ecléctica que ya fue ensayada sin éxito por Jean-Claude Trichet en las fases previas a la contienda bursátil.El anuncio realizado ayer por la CECEI de que no adoptará decisión alguna en la reunión prevista para esta tarde invita a pensar que las autoridades bancarias, y el Gobierno francés, tratan de buscar un arreglo negociado entre las partes.

En su reacción a los resultados de la OPA, el presidente de la SG, Daniel Bouton, enarboló la bandera de la independencia de esa sociedad y esgrimió la amenaza de recabar la ayuda extranjera, aunque en declaraciones al diario Le Monde habló también de la "urgente necesidad" de firmar la paz bancaria. "Tenemos que pensar en futuros desarrollos y alianzas europeas", aseguró Bouton, "puesto que la mayor parte de las actividades se ejercerán pronto sobre una base europea".

Oferta hostil

Con las cifras en la mano, la decisión a adoptar por el CECEI en días venideros, seguramente en el transcurso de esta misma semana, resulta todo menos evidente. Ayer, mientras la SG proclamaba el fracaso de la OPA hostil y adelantaba su intención de aliarse con los grupos extranjeros -caso del español BSCH-, que han estado a su lado en la batalla, la BNP reclamaba para sí el control efectivo de esa sociedad."El resultado de nuestras ofertas ha sido impresionante. En total, más de la mitad de capital acumulado de Paribas y SG se ha pasado a nuestro campo, una cifra superior a los 18.290 millones de euros [3,04 billones de pesetas]. Es, con gran diferencia, la mayor operación bursátil realizada en nuestro país. Eso es lo que debe tener en cuenta la CECEI", enfatizó el director general de la BNP, Baudoin Prost.

A la debilidad de su participación en la SG, el Consejo de Administración de la BNP reunido ayer opuso el argumento de que con el 39% de las acciones y más del 31,5% de los derechos de voto, dispone del poder efectivo en SG habida cuenta de que "ningún otro accionista alcanza el 10% del capital". Precisamente, la cohesión mostrada por el "núcleo duro" de los socios de la SG explica que la BNP haya pinchado en hueso. Si la CECEI admite la participación de BNP en SG, el problema para Daniel Bouton será justamente mantener esa adhesión accionarial en torno a sus posiciones.

Una vez volatilizado el proyecto de fusión amistosa SG-Paribas, no pocos accionistas franceses, como Peugeot, Alcatel o Générale des Eaux, podrían sumarse al proyecto del gran banco y reforzar el poder efectivo de la BNP.

Ante el ambiente de enfrentamiento y de incertidumbre, las entidades extranjeras que podrían estar interesadas en una u otra solución para la batalla bancaria en Francia prefieren mantener un tono de prudencia. Ayer, la entidad italiana Unicredito Italiano aseguró que "por el momento" no tiene intención de desarrollar relaciones con SG (éste posee un 1% de su capital). En el mismo tono, el Dresdner Bank alemán declinó comentar posibles apoyos a la BNP.