Hacienda calificó la creación de Estema de "complejo entramado fiscal"

VIENE DE LA PÁGINA 1 La transparencia en la fundación y gestión de Estema -que figura como único socio de Pladol, SA, según consta hoy en el registro de sociedades-, está en entredicho dadas las conclusiones que arroja la investigación de Hacienda entre 1991 y 1996. Fue la Agencia Tributaria la que, durante el trámite para la conversión de de Pladol, SA, en Fundación Estema, pidió personalmente a la Dirección de Fundaciones de la Consejería de Cultura (entonces gobernada por los socialistas) que se dilatara el registro de la fundación, debido a las sospechas de que existía un "complejo entramado fiscal" de "venta simulada" de las acciones de la editorial, propiedad de José Planas Gomez y Manuela Dols, "para eludir la tributación de la operación realmente realizada", que la inspección cifra en cerca de 2.000 millones de pesetas. Según el informe al que ha tenido acceso EL PAÍS, la operación se hizo "buscando crear una apariencia de venta antes del 23 de marzo de 1989" (fecha en la que entró en vigor el nuevo decreto fiscal), para quedar con las manos libres y evitar el pago de la plusvalía. Funcionarios consultados aseguran que el entramado fiscal era tan complejo que, pese a que Hacienda continuó las investigaciones, la Dirección de Fundaciones no tuvo entonces argumentos para retrasar más el registro de Estema como fundación en julio de 1995. Dos años después, en febrero de 1997, los servicios jurídicos dictaminaron actuar penalmente, lo que al no ocurrir y dilatarse en el tiempo ha hecho que prescriba. En la actualidad, el balance de cuentas de Pladol, SA, registrado como socio de Estema para la prestación de servicios dirigidos a la formación en materia empresarial, presenta un valor de inmovilizado (instalaciones) de más de 1.100 millones y pérdidas anuales de 55 millones. Sin garantías docentes El Consell aseguró ayer que a la hora de tomar la decisión se han tenido en cuenta tanto el convenio de adscripción como "el informe del Consejo de Universidades". La justificación del Gobierno valenciano de que ha estudiado el informe elaborado en julio por el Consejo choca, sin embargo, con las severas recomendaciones en contra de que las ocho titulaciones que solicitadas por ESEE y Estema sean homologadas a nivel universitario, dada la falta de licenciados y doctores que se requieren por ley. El informe recuerda las exigencias docentes que debe cumplir un centro superior por el real decreto 557/91 y emplaza a la Generalitat valenciana a verificar dicho cumplimiento. Pero, además, en el caso de la Fundación Estema, que solicita la adscripción del máximo permitido de siete titulaciones, la opinión del Consejo de Universidades es demoledora. Los rectores españoles tienen serias dudas sobre la capacidad del centro para impartir tal cantidad de títulos (las licenciaturas de ADE, Derecho, Ciencias Ambientales, Traducción e Interpretación y Sociología, y las diplomaturas de Ciencias Empresariales y Turismo). El Consejo recuerda que "de una plantilla de 86 profesores, sólo uno cumpliría con las normas", que exigen un mínimo del 70% de licenciados y doctores para impartir licenciaturas.