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La tercera vía

DE PASADAUna ley no escrita sentencia que el estío gaditano no es estío ni es nada sin el tradicional concierto de Rocío Jurado en el teatro que todavía lleva el nombre de José María Pemán. Hay quien asegura incluso que, en caso de que la chipionera faltara un año a su cita, cualquiera que fuese la causa, las aguas retrocederían y la luz del sol se ocultaría a turistas y ciudadanos de a pie. La hija predilecta de la provincia de Cádiz -distinción que comparte junto a notables como Rafael Alberti, Caballero Bonald, Paco de Lucía o el malogrado Fernando Quiñones-, volvió a cantar para reventar a los enanos, hizo sus morisquetas y suspiró a todo pulmón. Mientras tanto, en El Rastrillo de Nuevo Futuro, José de Vargas Fernández El Casacarilla armaba su propio taco, su fiestecita de Cai: con menos vatios y gasas, pero con todo el arte de Santa María. Y además, sin cobrar entrada. El Rastrillo es uno de esos expedientes X del verano que nadie acierta a explicar. Encomiable esfuerzo benéfico, lavado de almas y conciencias para damas pijillas, tabla de salvación para los náufragos del aburrimiento, flamenquito e ineludible música del Carnaval, vaya usted a saber. El caso es que el anuncio de que -"este año sí"- la Jurado llega como una ola y canta en El Rastrillo, está convirtiéndose también en una tradición sagrada. No se habla de otra cosa, como quien espera a un Godot que i-n-d-e-f-e-c-t-i-b-l-e-m-e-n-t-e (palabra predilecta para cualquier jugador de Scrabble) no vendrá, y hay que conformarse con las patriarcales barbas de Antonio Alemania. Pero aquellos que pensaban que todo está perdido en las vacaciones gaditanas, recuperaron la fe en el concierto de Joan Manuel Serrat en La Isla. Había, en efecto, otra opción. Y allí saltó a las tablas El Nano, y cantó y encandiló a hombres y mujeres, y todos salieron de la Plaza de Toros sintiéndose mejores personas, más solidarios quizá, más amorosos. Curritos y concejalas, estudiantes y vigilantes de seguridad, hasta cantautores como Javier Ruibal, que se llegó a saludar al compadre de Poble Sec con esa humildad y buen rollo que le son propios. Algunos de aquellos espectadores se han propuesto ir esta noche al concierto de Los Enemigos. Aunque sólo sea para demostrar que la tercera vía que no sólo existe, sino que es plenamente factible y necesaria ALEJANDRO LUQUE

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