Transexuales

DE PASADAEl Servicio Andaluz de Salud tiene una lista de espera de 35 personas para cambiar de sexo. El GIL, un número indefinido para cambiar de partido político. Bibí de Almería, de niño, fue siempre niña. Susana de Ceuta, de niña, fue siempre socialista. Pero, por estas tierras, la metamorfosis entra en el orden del día. Así que no es raro encontrarse con que Lorenzo Sanz, el presidente del Real Madrid, pase las vacaciones en una casa de su propiedad en territorio Atleti. Justificaciones al Sur: "Personalmente nos llevamos muy bien -con el alcalde-, otra cosa es que cada uno quiera lo mejor para su equipo". José Carreras, que es el único que canta en Marbella, ya lo sabía antes de abrir la boca: iba a actuar en Puente Romano frente a un público muy diverso. Le faltó decir metamorfoseado. La única que se mostró en el concierto tal cual es fue Gunilla, que acudió vestida de fiesta y con su ex. Como siempre. El resto parecía que iban a la ópera, pero en realidad fueron a hacer política: Gil hijo se dedicó a murmurar con Sampietro y los suyos. El primer teniente de alcalde, acompañado de la concejal de Cultura, aprovechó para subirse al escenario y hacer una ofrenda floral al tenor y, de paso, pillar algún aplauso por mantener la ciudad tan limpia. O se es lo que no se es, o en Marbella no se es en absoluto. Por mucho que Estíbaliz Sanz, la chica que será portada de una revista porno en el 2000, renuncie a hacer suyo este principio. "No, no me he puesto silicona; todo en mi cuerpo es natural", asegura al mismo periódico local vestida con un biquini mayúsculo. Aunque bueno, un par de líneas más tarde reconoce que los labios sí llevan en su interior algo de material no reciclable. Pero eso no cuenta. Estamos de vacaciones de uno mismo. José Toledo también ha sufrido un cambio. De la prensa de las arterias se ha pasado al capital: ha prestado su rostro a una marca de joyas. Para demostrar su nueva condición se dio un paseo por el club del Diamante de la ciudad, propiedad de los señores y señoras Gómez y Molina. Cinco minutos para lucir palmito frente a las cámaras y cuatro para lucirse verbalmente frente a sus exhomólogos. Parece ser la única persona sincera por aquí. No necesita de mucho tiempo para dar sus razones. Hay que decir, en honor de la organización, que las entrevistas respetaron rigurosamente el orden de llegada de los faxes solicitándolas. ANA L. ESCUDERO