El PP ofrece a Bermúdez una consejería si da marcha atrás
CeutaCasi cualquier cosa es negociable con tal de evitar que gobierne el GIL en Ceuta. Así lo ven desde el PP, que está dispuesto a ofrecer a la diputada tránsfuga del PSOE, Susana Bermúdez, la consejería de Educación y Cultura. Según su padre, Bermúdez ha tomado la decisión de apoyar al GIL porque el PSOE le denegó ese cargo. En el PP creen que ese es poco precio, y están dispuestos a pagarlo. Mientras, Alfonso Cerdeira, que obtuvo ese puesto, también está dispuesto a cedérselo a Bermúdez, si con ello se evita que el GIL llegue al poder.
Las esperanzas de que la dramática situación política en Ceuta cambie son muy pocas. PP y PSOE asumen que el pacto entre el GIL y Susana Bermúdez está cerrado y es muy sólido. Y a que esa convicción sea más fuerte contribuye que la tránsfuga continúe en paradero desconocido y que su padre, Ángel, que hasta ahora había ejercido de portavoz, también abandonara ayer la ciudad. En su casa, otros hijos negaron que busque reunirse con Susana, y más bien reconocieron que ha querido "quitarse de en medio".
Tanto el presidente, Jesús Fortes, como el portavoz del Ejecutivo, Emilio Carreira, se mostraron ayer totalmente dispuestos a negociar con Bermúdez desde su nueva posición como único miembro del Grupo Mixto. La idea es que ahora ella puede negociar libremente sin el intermediario del PSOE.
Esto supone una importante novedad, dada la versión del padre de Bermúdez sobre su alianza con el GIL. El PSOE entregó el puestos a los miembros del clan rival de los Bermúdez, los Cerdeira, liderados por la eurodiputada Carmen.
Sentido del deber
En el PSOE están bastante molestos con esta propuesta del PP; ellos pretenden convencerla, apelando a su sentido del deber con el partido, al que pertenece desde siempre toda su familia, para que renuncie a su escaño. Aunque también aceptarían cederle esa consejería si fuera imprescindible.La estrategia de ambos partidos consiste en no atacar muy duro a la diputada e intentarlo hasta el último minuto. Pero la versión del intercambio de cargos es poco creíble para el popular Emilio Carreira. Si realmente ése hubiese sido el problema, explica, bastaba con que se lo hubiera comunicado a Fortes. El apoyo de Bermúdez era totalmente imprescindible, y se hubiera podido arreglar. Por eso Carreira tiene pocas esperanzas, aunque asegura que su partido no puede "tirar la toalla".
Una de esas últimas ilusiones llega por la decisión del PSOE de pedir la actuación del fiscal Anticorrupción. Eso puede poner mucha presión encima del GIL, que está acostumbrado a soportarla, pero sobre todo sobre Bermúdez, "mucho más débil", según Carreira. Por eso tanto en el PP como en el PSOE comienzan ya a creer que Bermúdez sólo aparecerá para votar la moción de censura, con lo que será imposible ofrecerle nada, porque no habrá tiempo. "Eso es lo que quieren los sinvergüenzas del GIL", concluye Carreira.
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