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Condenado un cirujano jefe de La Princesa por extirpar un órgano sano

El jefe de sección de neurocirugía del hospital público de La Princesa, Gregorio González, ha sido condenado a seis meses de cárcel y a un año de inhabilitación por practicar una operación de hernia discal "absolutamente innecesaria" a una paciente. González se confundió y extirpó a Concepción Moreno, de 49 años, un disco vertebral sano y, en cambio, dejó intacto el que realmente estaba herniado y que pinzaba el nervio de la paciente. El juez le acusa de "imprudencia profesional".

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La sentencia, dictada por el Juzgado de lo Penal 18 de Madrid, reprocha al neurocirujano que no sometiese a la enferma a una sesión "de rayos equis" cuando ésta llegó al quirófano, lo que le habría permitido verificar el disco vertebral enfermo. Moreno sufría una hernia de disco en el espacio intervertebral L5-S1. Esta dolorosa e incapacitante patología le fue diagnosticada en 1990. Con sus inherentes dolencias, vivió la paciente durante cinco años, hasta que fue llamada al quirófano en septiembre de 1995. De allí salió aún peor. En lugar de intervenirle la hernia del espacio L5-SI, como figuraba en su historial clínico, González extirpó la del L4-l5, zona vertebral en la que "no se le había diagnosticado patología alguna", subraya la sentencia.Tras la intervención, la paciente notó que persistían los mismos dolores (pero agravados) que limitaron su actividad laboral durante cinco años. Agobiada, decidió acudir a los médicos de una clínica privada madrileña, donde le comunicaron que sus dolores persistían porque el pinzamiento del nervio que castigaba una de sus vértebras seguía intacto y que la operación practicada había sido "absolutamente innecesaria". En diciembre de ese año, tres meses después, pasó de nuevo por el quirófano; esta vez con éxito. Los dolores se apaciguaron entonces, si bien la extirpación de los dos discos -el enfermo y el sano- le han dejado secuelas. Padece "una cicatriz de cuatro centímetros" en el espacio intervertebral L4-L5, el que estaba sano, "una fibrosis postraumática" y problemas en la pierna derecha para andar. Asimismo, describe el juez, sufre alteraciones "de carácter permanente que requieren tratamiento continuado". Su movilidad global se ha acortado un 25%: tiene dificutades para agacharse, cargar pesos...". Precisa el juez, con todo, que tales limitaciones no obedecen en exclusiva a la "innecesaria intervención quirúrgica", sino "a causas interactuantes entre sí".

El abogado de la paciente, Jesús Barba, ha presentado un recurso contra la sentencia, en el que sostiene que sí cabe establecer una "conexión clara" entre las secuelas de su cliente y la estéril operación.

Versión "absurda"

El juez, en su sentencia, tacha de "absurda" las versiones exculpatoria que ofreció el facultativo en el proceso. Recuerda que, en la instrucción, González mantuvo que no se equivocó al operar la hernia sana, sino que el mal de la enferma constituyó un problema de "denominación de los espacios" intervertebrales; luego dejó entrever la posibilidad de que el espacio operado también estuviese enfermo debido a lo que denominó "una anomalía de transición". La realidad, señala el juez, es que incurrió en una "palmaria equivocación", pues "operó un espacio distinto del ocupado por la hernia discal que presentaba la enferma".El facultativo deberá indemnizar a la enferma con 5 millones de pesetas. Si él no paga, deberá hacerlo el Insalud.

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