Carmen Calvo recoge en "Pensamientos", su primer "libro-objeto", espacios "de tiempo y observación"

Bajo el título Pensamientos, la artista Carmen Calvo (Valencia, 1950) ha elaborado su primer libro-objeto, un cuaderno de viajes con formato de bolsillo y cerca de un centenar de páginas ilustradas, definido por su propia autora como "espacios de tiempo donde la observación es lo que cuenta". [EN] Calvo recoge en la obra apuntes gráficos tomados en habitaciones de hoteles durante los viajes a que le obligan sus exposiciones, en ciudades como Venecia, Estrasburgo, Buenos Aires o Nueva York. Pensamientos fue presentado ayer en Pamplona, donde la artista acaba de inaugurar una exposición que recoge 37 de sus obras más recientes, realizadas durante los dos últimos años.

El libro-objeto recrea, en palabras de Consuelo Císcar, directora general de Promoción Cultural de la Generalitat valenciana, "el retorno al mundo de las primeras sensaciones" característico de la producción última de esta consagrada artista, cuyas obras están presentes en las mejores colecciones y museos del planeta. La plasmación de dibujos abocetados e infantiles, la experimentación con recortables, acuarelas, lápices de color e incluso la simple percepción de las formas configuran el contenido de un objeto artístico que tiene una tirada inicial de 1.500 ejemplares y que, además de encontrarse en la muestra abierta en Pamplona desde ayer y hasta el próximo 5 de septiembre en el Pabellón de Mixtos de la Ciudadela, se difundirá a través de la citada dirección de Promoción Cultural del Gobierno valenciano. Calvo afirma en el prólogo de la obra que las habitaciones de los hoteles son "los estudios ambulantes donde uno despliega, en ese espacio nuevo, sus pensamientos de trabajo, cuadernos de notas y cámara de fotos para llenar los tiempos de espera". Con los materiales de esos viajes, con los apuntes tomados, la artista ha dibujado en el papel esas "conversaciones reales o ficticias" establecidas en las esperas de cada hotel. "Soledad, donde el deseo te provoca más deseo y, en definitiva, uno imagina, siempre imagina temas", indica la autora. Lenguaje intimista Además de Pensamientos, la muestra presentada en la capital navarra reúne 37 obras confeccionadas por Calvo en los dos últimos años de su trabajo con un lenguaje más intimista, evocador y "plagado de reflexiones para la ensoñación", explica Consuelo Císcar. Como es habitual en ella, la artista valenciana combina la manipulación de objetos cotidianos, a los que convierte en revulsiva expresión artística que busca la respuesta activa por parte del espectador, con creaciones pictóricas o escultóricas más convencionales. "Mi estudio es como una gran chatarrería", señaló Calvo. "Me gustan los objetos. Me evocan percepciones de la memoria más íntima. En esta sala es la mesa de escritorio con cajones abiertos la que rige todo el espacio de la exposición. Dispersa todas las fantasías, que son las que están por aquí". Calvo sintetiza a la perfección la débil frontera entre la escultura y la pintura. Sus últimos trabajos tienen un halo de "tragedia". Los "cuadros negros" se presentan en un edificio anexo a la galería principal, en la que los fondos están compuestos por dorados que emulan el barroco pan de oro y ciertas telas de Zurbarán. "Tengo que hacer relecturas de estas obras", dijo la autora, "y me cuesta mucho porque cuando los cuadros salen del estudio pierden para mí su interés, su morbo inicial y ahora me pregunto al verlos si siguen teniendo valor". La artista valenciana, para la que una pintura "mal resuelta" puede tener mucho más interés que una obra cerrada, utiliza en sus trabajos todo tipo de materiales y objetos. En Pamplona presenta telas, muñecos, cepillos, incluso cola de zapatero ("¿Qué ha sentido usted al verlo? ¿No le ha dado asco? Pues está preparado para que dé asco", indicó Calvo), una ardilla disecada que evoca la formación clásica de la pintora y las naturalezas muertas, y cabellos, "que son una constante en mi trabajo porque reflejan la vida y la muerte y la muerte es el erotismo". La pintora negó que su trabajo suponga abordar una nueva técnica: "Yo no he inventado nada, siempre me rijo por pintores que lo han dicho hace tiempo, y procuro echarle un poco de guinda particular a mi historia. A veces lo consigo y otras no", dijo, para agregar que su arte se basa en "el amor por el objeto".